
27 May Coni Curi, la ilustradora que transforma la nostalgia en arte gráfico
Desde Valencia, pero con el pulso gráfico de una Buenos Aires atemporal, Coni Curi ha logrado lo que pocos artistas visuales: crear un universo propio. Su estilo, que recuerda a impresión gráfica vintage y que autodenomina “Neo Nostalgia”, se basa en recrear digitalmente el encanto “lo-fi” y el desgaste característico de las impresiones antiguas, inspirándose en catálogos, afiches, cajas de cerillas y publicidades de las décadas del 20 al 60 del siglo pasado. Esta fusión entre lo antiguo y lo contemporáneo da vida a una estética única que conecta con públicos diversos.
En 2025, Coni Curi ha firmado el cartel oficial de la 84.ª Feria del Libro de Madrid. La obra rinde homenaje a los carteles de películas estadounidenses de la época dorada, y representa la conexión cultural entre Madrid y Nueva York, ciudad invitada de honor, a través de la imagen de un oso madrileño abrazando el Empire State Building, construido con libros.
A lo largo de su carrera, la argentina Coni Curi ha trabajado en proyectos diversos que abarcan ilustraciones editoriales, pósters y diseños gráficos para packaging y merchandising. Actualmente, continúa explorando nuevas propuestas visuales que combinan lo vintage con lo contemporáneo, y preparándose para nuevos desafíos.
En esta entrevista, conversamos sobre el proceso creativo detrás del cartel, la influencia del tarot y el esoterismo en su obra, los desafíos de emigrar, y los proyectos que han marcado su camino como ilustradora. Un viaje al corazón de una mirada única que combina ternura vintage con pulso millennial.
El cartel de la 84.ª Feria del Libro de Madrid muestra a un oso madrileño abrazando el Empire State Building, con el skyline de Nueva York al fondo. ¿Cómo surgió esta idea y qué simbolismo quisiste transmitir con esta imagen?
Idear el cartel no fue tarea sencilla. Desde un principio supe que quería que ambas ciudades fueran tan protagonistas como los libros. Así surgió la idea simbólica de representarlas a través de elementos icónicos. Visualmente, está inspirado en las antiguas publicidades de destinos turísticos, donde un personaje interactúa con un paisaje fácilmente reconocible. En este caso, el oso de Madrid de visita por Nueva York, con su emblemático skyline de fondo.
Pero el cartel no es solo eso. En la ilustración, el oso carga una pila de libros que, con sus historias, construyen un Empire State. Me gustó pensar los libros como un puente entre las dos ciudades, como esa forma que tiene la literatura de llevarnos a conocer lugares, historias y vidas distintas a la nuestra.
Te inspiras en gráficas de los años 40 a 60. ¿Qué te atrae de esa estética y cómo la traes al presente?
Si tengo que pensar de dónde viene este fanatismo por la nostalgia, me atrevo a decir que es culpa de mis padres. Crecí entre paseos por anticuarios y recortes de revistas viejas.
Mi estilo es una mezcla de todas mis obsesiones: las publicidades ilustradas, las etiquetas de fruta, las cajas de cerillas, la estética esotérica, las postales de viaje… todo, absolutamente todo, es material de inspiración. Y aunque con los años fui experimentando con distintas temáticas, lo que más disfruto del uso de la nostalgia es traerla al presente a través de una frase o una situación.
Tengo la teoría de que un mensaje nuevo presentado con una estética antigua genera una impresión distinta, algo que no se decodifica tan rápidamente.
¿Podrías compartir cómo fue el proceso de creación del cartel de la Feria del Libro de Madrid? ¿Hubo algún desafío particular o momento revelador durante su desarrollo?
Cuando empecé el cartel, quise que tuviera una estética más bien noventera. Lo pensé como esas camisetas de souvenir de Nueva York. En los primeros bocetos, el oso se parecía más a un “teddy bear” interactuando con el concepto gráfico de “la gran manzana”.
La imagen que tenía en la cabeza venía de mis recuerdos de infancia, de todas esas series y películas ambientadas en la ciudad.
Pero a medida que probaba cosas e investigaba el archivo gráfico de los posters de Madrid y las portadas ilustradas de The New Yorker, el enfoque fue cambiando.
El punto de inflexión fue cuando llegué a la escena del oso cargando el Empire State. A partir de ahí, solo quedaba jugar con algunas variantes hasta llegar a la versión final.
Siendo argentina y viviendo en Valencia, ¿cómo ha influido este cambio geográfico en tu perspectiva artística y en las temáticas que abordas en tus ilustraciones?
Creo que viajar y entrar en contacto con la imaginería urbana de otra cultura es algo tremendamente enriquecedor. Descontextualizarse permite hacer lugar a lo nuevo y dejar que se vuelva parte de la norma. Desde que me fui de Argentina, viví un tiempo en Italia y ahora estoy en la periferia de Valencia, rodeada de huertas de naranjas. Mi obsesión por las viejas etiquetas de cítricos está más viva que nunca.
Siempre busqué referencias en objetos cotidianos, en la cartelería y en las antigüedades. Aunque las temáticas cambian según mis experiencias, viajar sumó a mi estilo los posters turísticos, donde uso fotos viejas o ideas que me llamaron la atención para crear una ilustración de algún lugar que visité.
¿Qué papel juegan el tarot y lo esotérico en tu proceso creativo y en tu universo visual?
Mi primer acercamiento a la ilustración fue a través del mundo esotérico. Así como crecí entre antigüedades, también crecí con una madre astróloga y un hogar lleno de libros sobre astrología, tarot y otras ramas del esoterismo. Quienes crecieron en los 90 sabrán que las ficciones de brujas y vampiros eran moneda corriente, y supongo que nunca superé las ganas de que todo eso fuera real.
Mi primer mazo de tarot lo recorté de una revista a los 12 años, e incluso antes de eso, recuerdo que “leíamos” las cartas con amigas usando una baraja de póker. Hoy, la imaginería esotérica sigue siendo para mí otro lenguaje visual al que recurro y del que sigo aprendiendo con cada proyecto.
Has ilustrado desde posters y proyectos editoriales hasta cartas de tarot. ¿Qué trabajos han sido más significativos para ti?
En mis primeros años como ilustradora me enfoqué mucho en construir una identidad y comunidad en Instagram, algo que me trajo bastante popularidad en Argentina. Mis ilustraciones con frases cómicas e irónicas tuvieron mucha repercusión, sobre todo durante la pandemia, y eso me permitió sentar las bases de todo lo que vino después.
Con una base de seguidores que confiaban en mi trabajo y se sentían atraídos por mi estilo, lancé mi primer mazo de tarot: El Tarot de la Fuerza, editado junto a mis amigos de Magia Libros. La repercusión fue fenomenal. Estoy segura de que fue ese proyecto el que me abrió las puertas a los trabajos editoriales que vinieron luego: como Divination Dictionary, que se tradujo a cinco idiomas, y Sacred Sisterhood Tarot, que me conectó con un público más internacional.
Por otro lado, en los últimos años estuve ilustrando colecciones temáticas para la marca de ropa Bolivia (Buenos Aires), que tiene una circulación muy grande dentro del jetset argentino, y nunca me deja de sorprender ver actores, locutores, y celebrities varias con ilustraciones mias de aca para allá.
¿En qué proyectos estás trabajando actualmente y qué metas o sueños tienes para el futuro en tu carrera como ilustradora?
Actualmente estoy muy centrada en trabajos editoriales. Desde el año pasado salto de un proyecto esotérico a otro, y realmente es algo que disfruto mucho.
Hace poco se publicó el Astrotarot, una baraja editada por FERA (Argentina), y también participé en un libro de numerología que forma parte de una colección de Penguin Random House.
En este momento estoy trabajando en otra baraja y en escribir el libro que la acompaña, algo completamente nuevo para mí. Pero más allá de eso, tengo el foco puesto en seguir experimentando con mi estilo y en usar la ilustración como vía de expresión.
Después de años de poner mi arte al servicio de clientes, siento la necesidad de volver a jugar, de hacerle lugar a mis propias inquietudes y tal vez en un futuro próximo organizar mi primera exposición.
Fotografías e ilustraciones cortesía de: Coni Curi
Instagram: @ConiCuri
Web: conicuri.com

Pablo Gamarci Bernard
Redactor. Viajero. Webmaster de la web. Diseñador gráfico y editorial, edición de audio y video. Miembro de ACPI (Asociación de Corresponsales de Prensa Iberoamericana).