Leonardo Padura: La Niza del Caribe

Tiempo de lectura estimado: 3 minutos

Premio de la Crítica Cubana, premio Carbet del Caribe, Premio Francesco Gelmi di Caporiacco, Prix Initiales, Prix Roger Caillois, Premio de Novela Histórica Ciudad de Zaragoza, Premio Café Gijón, premio Dashiell Hammett, Premio de las Islas 2000, premio Brigada 21, Premio de la novela histórica Barcino. Premio Princesa de Asturias 2015. Estos son, de momento, los reconocimientos que el narrador habanero, Leonardo Padura lleva cosechados en su ya dilatada carrera como juntaletras: periodista, escritor, guionista. Y apostillamos “de momento”, porque no nos cabe duda de que seguro algún galardón más recibirá por esta su última y a vox populi mejor novela hasta la fecha, Personas decentes. Tusquets (2022). Una pieza literaria en la que Cuba vuelve a ser un personaje más en una trama en la que ya un sexagenario Mario Conde, otrora detective reconvertido en una especie de ruinoso librero de ejemplares de segunda mano a la par que pseudo vigilante en un floreciente club de la vieja Habana. Será requerido como investigador del asesinato de un exdirigente del régimen a falta de efectivos policiales en una Cuba desbordada ante la visita de Barack Obama, primer mandatario estadounidense en visitar la isla desde 1928. La inusual actuación de la hasta entonces prohibidísima banda de rock británica The Rolling Stones, y el simbólico y aperturista desfile de la firma francesa de alta costura y claro exponente del sistema capitalista del lujo, Chanel.

 

Leonardo Padura

 

Está claro que las cosas están cambiando. O por lo menos, así lo espera la mayor parte de la población isleña. Pero no es la primera vez que Cuba vibra ante la expectativa de posibles cambios de modernización y aperturismo.

En 1909, durante la segunda ocupación por parte de los Estados Unidos, la primera fue en 1904, avasalladores aires de renovación se cuelan en los sueños de muchos cubanos a través de notables mejoras en las infraestructuras urbanas. Es la época de la construcción de notables inmuebles arquitectónicos, la pavimentación de nuevas carreteras, la llegada del innovador teléfono para las comunicaciones, la instalación de un resolutivo medio de transporte como es el tranvía, o la implantación en las viviendas de los hasta entonces inusuales retretes.

Cualquier cambio es recibido con los brazos abiertos. Son tiempos para deshacerse de cualquier pátina de la vieja y colonialista España. Y los tan anhelados aires de modernidad y refinamiento llegan insuflados a través de los avances norteamericanos por un lado y las nuevas costumbres francesas por otro lado. Cuba sueña con ser la Niza del Caribe.

 

Leonardo Padura

 

Tomando como inspiración a sus admirados Raymond Chandler y Manuel Vázquez Montalbán; ¡Ay esas suculentas referencias gastronómicas y esas punzantes imágenes del hambre! El más habanero de los escritores cubanos contemporáneos, Leonardo Padura (La Mantilla, La Habana, 1955), construye no una, sino dos tramas que terminan confluyendo en una cuyo nexo en común, aparte del consabido protagonismo de la propia ciudad, es el cada vez más presente pulso como creador del propio Mario y el astuto olfato detectivesco del mismo Conde. Siendo pues, autor de la historia que trascurre en ese pasado de los años diez del pasado siglo veinte y protagonista de la que discurre en la primera quincena del presente siglo veintiuno. Parte, personaje y creador. Un personaje convertido en autor, un personaje que para el autor ya es persona.

“En ocasiones me preguntan qué tal está Mario Conde”

Con ese lenguaje tan suyo, tan del barrio que vio nacer al propio Padura, La Mantilla, en el que aún vive y que gustoso cede a sus personajes. Un habla repleto de giros, de expresiones tan de acá, de anglicismos de tan de allá, con una jerga de palabras inventadas y a la par tan auténticas. El hablar de esas Personas Decentes a las que cada vez les cuesta más serlo, en un país con una larga historia de carencias y resistencia. Verbalizado a través de un personaje a vueltas de todo. Abandonado a la melancolía. Un tipo duro con una sensibilidad palpable. Pero que no se deja vencer ante los vaivenes a los que la vida le va enfrentando.

“Soy un escritor de La Mantilla y mis personajes hablan como se habla ahí porque es una forma de entender y vivir la vida en esta ciudad” 

 

 

Es esta una obra con un protagonista multiplicado y una novela que, al contrario de lo que su autor nos tiene acostumbrados, no se vertebra en un único asesinato que desentrañar, sino en cuatro. Dos acontecidos en el pasado y otro par acaecidos en el presente. Es esta una obra grandiosa. Difícilmente superable tanto argumentalmente como en estructura y forma. La más Padura.

La más policiaca, política, social y negra de todas sus novelas. La más Cuba.

Esa Cuba que una vez soñó con ser la Niza del Caribe.

“El espacio geográfico de la ciudad es también un espacio cultural, pero, sobre todo, espiritual”

 

Personas decentes. por Leonardo Padura Tusquets (2022)

 

Fotografías: cortesía Iván Giménez

 



Translate »