27 Oct La Habana: Una ciudad atrapada en el tiempo
Tiempo de lectura estimado: 3 minutosDeclarada Patrimonio de la Humanidad, La Habana es una de las urbes más grandes del Caribe y uno de los centros urbanos con mayor riqueza cultural en el mundo, cuyo pasado colonial queda evidenciado en la belleza de su arquitectura, de colorido irresistible.
La Habana es la capital de la República de Cuba, una de las ciudades más pobladas de ese país y de todo el Caribe insular, con una población superior a los dos millones de personas; es el principal puerto y centro administrativo, político y sociocultural, con una superficie de 727km2, es por demás la sede de las oficinas del gobierno y de casi la totalidad de empresas, asociaciones, instituciones culturales y científicas del país. Además, reúne la mayor cantidad de sucursales y casa matrices de las entidades extranjeras radicadas en Cuba.
Fue fundada el 16 de noviembre de 1519 por el conquistador español Diego Velázquez de Cuéllar con el nombre de San Cristóbal de La Habana. En 1982, su casco histórico, lo que se conoce como La Habana Vieja, fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
La Habana Vieja, una auténtica joya arquitectónica
Recorrer La Habana Vieja es un verdadero lujo, la belleza de su arquitectura te invitan a adentrarte en sus calles en las que encontrarás más de 900 edificaciones de diversas épocas e importancia histórica invaluable, ofreciendo una de las colecciones urbanísticas más completas de toda América.
A diferencia de las típicas ciudades coloniales, La Habana creció alrededor de no una, sino de cuatro plazas principales: La Plaza de Armas, que contaba con una fortaleza y un amplio patio para desfiles militares; la Plaza de la Catedral, que era el centro religioso de la ciudad; la Plaza Vieja, que albergaba un importante mercado; y la Plaza de San Francisco de Asís, que era el principal muelle para la carga y descarga de las embarcaciones españolas. Lo recomendable es pasear de día por sus cuatro plazas conectadas entre sí por estrechas calles adoquinadas repletas de catedrales e iglesias, palacios, castillos y un sinfín de lugares especialmente interesantes.
La Habana Vieja también alberga un gran número de museos de visita obligada, muchos de ellos de entrada libre.
Sabor local
Si bien La Habana atesora su historia, también disfruta, celebra y comparte su amor por la música y la danza que se respira en sus clubes, cabarets y bailes improvisados en las calles. La ciudad ostenta algunas de las mejores escuelas de ballet y compañías de baile del mundo, y su comunidad teatral no tiene rival en el Caribe. Cuenta con animados clubes de cine y comedia, así como galerías de arte y librerías por doquier.
La Habana es una ciudad que inspira y aprecia profundamente a sus escritores, poetas y filósofos. No es ninguna sorpresa que personajes célebres como Ernest Hemingway y Federico García Lorca se hayan radicado allí.
Playas acariciadas por el Mar Caribe
Cuba es famosa por sus paradisíacas playas bañadas en el sur por el Mar Caribe y, en el norte, por el Océano Atlántico y su gigantesca barrera coralina.
Desde La Habana, y a unas horas en coche de viaje hacia el este, están las mejores playas de Cuba, entre éstas Varadero, la playa más famosa del país con 20 kilómetros de deslumbrante arena blanca que se funde con sus tranquilas aguas turquesas. Elegir cual es la mejor Playa de Varadero es una labor difícil, dado que más de cincuenta hoteles guardan joyas de playas privadas, sin embargo, si se busca algo excepcional, la mejor idea es dirigirse a Playa Coral cercana a Matanzas, cuya barrera coralina es accesible a simple nado, apreciándose hasta 20 metros de profundidad, entre más de 30 especies coralinas y una extraordinaria fauna marina de peces multicolores y exóticos moluscos.
Más cerca de La Habana, se encuentran también las famosas Playas del Este que son visitadas por millones de turistas todos los años, como la que cautivó a Ernest Hemingway, por su imponente duna de arena, la prácticamente virgen Playa Pilar, en la parte alta de Cayo Guillermo, enclavado en el espléndido archipiélago Jardines del Rey, un sitio de idílicos paisajes de vegetación tropical, aves exóticas, arrecifes de coral, arenas blancas y aguas turquesas.