Silvestre Dangond concierto

Silvestre Dangond conquista Madrid entre vallenato, gratitud y fiesta

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Silvestre Dangond no canta para sí mismo. Canta para esa diáspora colombiana y latinoamericana que lo ha esperado por años, para los que corean sus letras como si fueran propias y para los que, como él, creen que el vallenato también puede hacer historia lejos de Valledupar. El pasado 12 de julio, el ícono colombiano ofreció un espectáculo inolvidable en el Movistar Arena de Madrid, un recinto que vibró a casa llena durante más de dos horas con más de veinte canciones que repasaron su trayectoria.

A las 20:30, las luces se atenuaron y un grito colectivo anunció lo que venía: Silvestre Dangond apareció en el escenario para abrir con fuerza con Ya no me duele más, dando inicio a una noche marcada por la energía, la conexión con el público y la reafirmación de que el vallenato tiene aún mucho por contar. Tras interpretar tres temas más, se dirigió al público con la primera de muchas frases con las que se dirigió al público: “Yo vine aquí a robarme la energía de ustedes porque la necesito, pero no se preocupen, yo la uso para bien”.

La frase no fue una fórmula vacía. A lo largo del concierto, Dangond brindó con una copa de whisky en alto, celebró la vida y la música, y compartió con honestidad el valor que tenía para él estar en ese escenario: “El tiempo nunca dará para agradecerles. Siempre me quedaré en deuda. 23 años esperando este momento”. Su agradecimiento fue constante, no solo al público, sino también al equipo y empresarios que han apostado por su carrera.

 

Silvestre Dangond concierto

 

El repertorio fue una mezcla de nostalgia, fiesta y compromiso. Lo ajeno se respeta hizo temblar el recinto con un acordeón protagónico y pasos de baile que recordaron por qué Dangond es mucho más que una voz: es una presencia escénica potente. En otro momento, lanzó mensajes reflexivos como cuando presentó Justicia, su colaboración con Natti Natasha, con una introducción clara y contundente: “El machismo es inseguridad… Querer controlar la vida de la mujer no está bien”.

La velada tuvo, además, momentos musicales destacados que no pasaron desapercibidos: un solo de bajo impecable, un instante íntimo con el piano y tres cambios de vestuario que marcaron distintos momentos emocionales del show.

Entre los éxitos más celebrados estuvo Vestido rojo, su reciente cumbia con la argentina Emilia Mernes, y por supuesto Cásate conmigo, que arrancó lágrimas, abrazos y besos entre los asistentes. El Movistar Arena se convirtió en una gran fiesta colectiva que traspasó generaciones y fronteras. “Es un deber para mí seguir con la tradición de llevar este tipo de música a las nuevas generaciones”, dijo en uno de los momentos más emotivos.

Al despedirse, Dangond dejó una frase que condensó la magia de la noche: “Me regalaron una noche más especial de lo que me imaginé”.

 

 

Nathalia Romero Díaz

Estudié periodismo, pero me interesan muchas otras cosas, por lo tanto, es una de mis tantas facetas. Nací en el Caribe, específicamente en República Dominicana, pero me considero una "antítesis caribeña". Me gusta la música, el arte y la cultura en general. Mi espíritu animal es Anthony Bourdain.



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