12 Nov Jean Rhys y el cóctel “Dos Islas” comparten una misma historia: la del desarraigo
Jean Rhys nació en Dominica, creció en el Caribe, pero pasó casi toda su vida adulta en Europa, donde nunca dejó de sentirse extranjera. No era “del todo caribeña” al volver, ni “suficientemente inglesa” al quedarse allí. Vivió entre dos orillas, sin pertenecer por completo a ninguna parte.
Su literatura nace de esa fractura: la de quien lleva una isla en la memoria y otra en el pasaporte.
Por eso este cóctel mezcla ron del Caribe y ginebra británica. No es una fusión armoniosa, sino una convivencia tensa —como su vida y como sus libros.

Jean Rhys
Rhys (Roseau, Dominica, 1890 – Exeter, Reino Unido, 1979) nació en la isla caribeña de Dominica, hija de padre galés y madre criolla. A los 16 años fue enviada a Inglaterra, y ese desarraigo inicial se convirtió en la pulsación constante de su literatura: extranjería, alcohol, desamor, una identidad quebrada.
Publicó novelas y cuentos en los años 20 y 30, fue celebrada… y luego olvidada. Volvió a aparecer en 1966, cuando su libro más importante “Ancho mar de los Sargazos” (original en inglés “Wide Sargasso Sea”) la rescató del silencio editorial, cuando tenía 76 años.
Su biografía es un mapa de habitaciones alquiladas, cartas no contestadas, manuscritos que nadie quería publicar y copas junto a la cama. Pero también es un mapa que vuelve al Caribe incluso cuando ella ya no podía volver con el cuerpo: lo hizo con sus libros.

Su Caribe
El Caribe no fue para Jean Rhys postal ni paraíso, sino una memoria que dolía.
En entrevistas, decía que Inglaterra la veía como extranjera, pero en Dominica habría sido “demasiado inglesa”. Vivió entre dos aguas: ni de aquí ni de allá.
En su narrativa, el Caribe aparece como selva húmeda, luz excesiva, rumor de insectos, pero también como origen robado. “El paraíso no es el lugar al que se llega, sino el que se pierde”, parece decir en cada página.
Ese conflicto —vida y lengua inglesa, alma caribeña— será el núcleo de su obra mayor.

El libro-puente entre dos orillas: “Ancho mar de los Sargazos” (1966)
“Ancho mar de los Sargazos” (Wide Sargasso Sea) es una novela clave porque invierte la mirada de un clásico inglés: “Jane Eyre”, de Charlotte Brontë. Allí donde la literatura victoriana reducía al personaje de una caribeña a la “loca del ático”, que termina siendo un monstruo sin nombre y animalizado, Jean Rhys la convierte en protagonista y le devuelve su historia. Ahora esa mujer, ahora llamada Antoinette Cosway, es una criolla blanca nacida en Jamaica, atravesada por el desarraigo: demasiado caribeña para ser inglesa, demasiado europea para pertenecer del todo a la isla.

Ancho mar de los Sargazos
No escribe una respuesta furiosa, sino una corrección íntima y silenciosa. Su novela muestra que la cultura europea no fue un mundo ajeno y puro, sino un edificio construido sobre territorios, lenguas y vidas colonizadas —y también sobre los cuerpos de quienes, aun siendo blancos, nunca pertenecieron del todo a la metrópoli.
En Ancho mar de los Sargazos, la violencia no es solo física o simbólica: es económica, racial, doméstica. Y hasta el alcohol aparece cargado de esa historia. En la literatura del Caribe, el ron suele ser una marca de identidad, pero en Rhys se vuelve algo más complejo: una metáfora de la identidad criolla, de la decadencia colonial y de una masculinidad que bebe para sostener el poder que al mismo tiempo lo destruye.
La novela llegó después de casi treinta años de silencio editorial, cuando Jean Rhys era considerada una autora olvidada. Por eso también es una lección sobre la persistencia y la resiliencia: la literatura puede reaparecer cuando la vida parece agotada, y aun así encender una luz capaz de reescribir el pasado.
Recomendado para leer en verano, con el rumor de un ventilador o de la lluvia contra el techo, y deja que el inglés roto del libro haga su propio eco. No es la historia de una heroína victoriana que triunfa, sino la voz de quien no pertenece ya a ningún lugar… y escribe desde la herida de haber perdido los dos.

Cóctel: Dos Islas (ron + ginebra + lima + azúcar + soda)
Jean Rhys nunca escribió un libro sobre bebidas, pero su biografía está llena de mesas húmedas, botellas abiertas y frases donde alcohol y lucidez se confunden.
En su obra, la ginebra aparece como anestesia inglesa; el ron, como un complejo fantasma caribeño. Este cóctel los pone en la misma copa. Como Rhys: «Dos islas», un cóctel en honor a ella.

Cóctel “Dos Islas”
Ingredientes (1 vaso alto)
- 30 ml de ron oscuro caribeño (Dominica, Jamaica, Barbados…)
- 30 ml de ginebra seca inglesa
- 15 ml de zumo de lima recién exprimido
- 1 cucharadita de azúcar de caña o similar
- Hielo en cubos
- Soda fría para completar
- Rodaja o cáscara de lima para decorar
Preparación
- En un vaso alto con hielo, añade ron, ginebra, lima y azúcar.
- Remueve suave, sin agitar, hasta que el azúcar se disuelva.
- Completa con soda fría.
- Decora con una lámina de lima o un toque de nuez moscada.
Servicio sugerido: a media tarde, con luz que no termina de ser inglesa ni caribeña. Un trago que empieza dulce y termina seco. Como su obra.
Brindis
Por quienes crecieron en una isla y escribieron lejos de ella.
Por los que emigraron y nunca fueron del todo de aquí ni de allí.
Por las voces que aprendieron a vivir en el borde, entre acentos, pasaportes y recuerdos que no caben en un país.
Sirve el cóctel «Dos Islas», abre el libro “Ancho mar de los Sargazos” y bebe despacio: cada sorbo es un puerto, cada página una frontera.
Salud, Jean —y a todos los que aprendieron a habitar entre dos tierras.
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Redactor. Viajero. Webmaster de la web. Diseñador gráfico y editorial, edición de audio y video. Miembro de ACPI (Asociación de Corresponsales de Prensa Iberoamericana).




