11 Ago El merengue y la bachata: ritmos patrimoniales movidos a impulsar el turismo en República Dominicana
“Nada habla mejor de un país que su cultura. Nada nos identifica, ni nos diferencia más que la cultura.”
José Antonio Rodríguez
Cantautor, poeta y diplomático dominicano
Ministro de Cultura (2012–2016)
Embajador de la República Dominicana ante la UNESCO (2017–2020)
Si la música tiene el poder de unir y el turismo el de mover, ¿qué pasaría si ambos caminarán juntos?
En más de una ocasión, Zurab Pololikashvili, secretario general de la Organización Mundial del Turismo (OMT), ha recordado que turismo y cultura no son caminos paralelos, sino rutas que se entrelazan.
Desde su perspectiva, viajar no solo mueve economías, sino que también mantiene viva la memoria de los pueblos y da nueva vida a su patrimonio.
En una de sus declaraciones más contundentes expresó que: “El turismo se sitúa a la cabeza de las actividades que contribuyen a la promoción y la protección del patrimonio cultural y natural”. Y es que no se trata solo de cifras o crecimiento económico; es la confirmación de que cada visitante puede convertirse en un promotor de la historia y la tradición.
Pololikashvili también ha encontrado en la música un aliado inesperado de ese viaje sin fronteras. “La música, al igual que el turismo, reúne a las personas y conecta culturas”, escribió en su cuenta de X (Twitter).
Music, like tourism, brings people together and connects cultures. @MagicSystemOffi are the voice of a diverse #Africa and make great @UNWTO Ambassadors for responsible tourism.
— Zurab Pololikashvili (@pololikashvili) September 28, 2021
Thank you for joining us with your great talent! pic.twitter.com/j3NuoqhMdT
De aquí se desprende una reflexión necesaria: si la música tiene el poder de unir y el turismo el de mover, ¿qué pasaría si ambos caminarán juntos?
En un país como República Dominicana, donde el turismo es motor económico y la identidad musical late en cada esquina con ritmos como el merengue y la bachata, la apuesta por el turismo musical podría ser mucho más que una tendencia: sería una estrategia para exportar cultura, generar nuevas experiencias, seguir posicionando esta industria sin chimenea, y continuar creciendo como potencia en la región del Caribe, para redescubrirse a través de su propia sonoridad.
Desde el Estado Dominicano se han desarrollado iniciativas para posicionar los citados ritmos autóctonos.
Por un lado el Ministerio de Cultura, en la gestión de Roberto Ángel Salcedo, ha subrayado la necesidad de preservar y proyectar dichos ritmos (merengue y la bachata), reconocidos por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) como patrimonio cultural inmaterial de la humanidad.
Sin dejar de valorar géneros como la salsa y el perico ripiao, la gestión impulsa la difusión de esta riqueza musical en espacios estratégicos como la Zona Colonial de Santo Domingo y en diversas áreas turísticas del país, en coordinación con el Ministerio de Turismo.
Asimismo, trabaja en un proyecto de ley destinado a ofrecer incentivos a los artistas, promover la presencia de estos géneros en los medios locales y asegurar la continuidad y valorización de la música dominicana en el tiempo.
El Ministerio de Turismo, precisamente, continúa apostando por la música y la cultura como ejes de su estrategia de promoción internacional.
La cartera aprovecha escenarios de gran alcance como la Feria de Turismo de Madrid (FITUR) y en las demás ferias turísticas donde asiste o Times Square en Nueva York.
En la referida plaza neoyorquina presentó el “Domo Experiencial”, una innovadora propuesta que acercó a los visitantes a la esencia dominicana a través del merengue, la gastronomía y el carnaval.”
Mientras que en el campo publicitario se encuentra el “Taste Paradise”, que busca consolidar al país como un destino donde la cultura y el turismo convergen de manera única.
Estas iniciativas, si bien han sido relevantes, pudieran tener más fuerza si se trabajaran de manera integral, continua y sostenida en el tiempo, en un plan nacional que se constituya en un concepto marca país, como se ha visto en otros países donde la música y el turismo han sido una ecuación con buenos resultados.
El turismo musical: Una tendencia en ascenso a favor del crecimiento de la industria turística global
El turismo musical se ha consolidado como una de las actividades más relevantes y rentables dentro de la industria turística global, combinando la atracción de visitantes con la promoción cultural y el desarrollo económico.
Dicho sector, que abarca desde grandes festivales internacionales hasta la preservación de músicas autóctonas, genera un impacto económico significativo.
Esto se evidencia en el informe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) titulado La Economía Naranja: una oportunidad infinita (2013) que estima que la industria del entretenimiento aporta US$ 2.2 billones anuales a la economía mundial.
El estudio indica también que en República Dominicana la economía naranja representa hasta el 1,5 % del PIB.
Mientras que la Organización de las Naciones Unidas ( ONU) calcula que este sector genera unos US$ 2,250 millones globalmente.
Eventos internacionales como el Coachella en California (Estados Unidos), Jazz Festival de Montreux (Suiza), Tomorrowland (Bélgica), Sónar en Barcelona (España), Celtic Connections Festival (Escocia), Festival de Gamelan (Bali), o el Starlite Occidente (Marbella, España) son ejemplos del desarrollo económico produce este tipo de turismo.
Gastos en alojamiento, transporte, alimentación, entradas y actividades complementarias estimulan la modernización de infraestructuras turísticas y diversifican la oferta de destinos tradicionales.
Starlite Occident es uno de los festivales más destacados realizado en España.
Asimismo, algunos turistas viajan para participar en cursos, talleres o másteres de música, o incluso para estudiar en instituciones reconocidas como la Berklee College of Music en Boston o el Conservatorio de Viena.
Es importante recalcar que el turismo musical contribuye a la creación de empleo en sectores tan diversos como la organización de eventos, el transporte, hostelería, producción musical y las artes.
Además, estos eventos ofrecen una plataforma para que los músicos emergentes, especialmente los jóvenes, muestren su talento y generen oportunidades de crecimiento profesional.
Sobre la importancia de la promoción musical en el desarrollo de la industria turística mundial, la doctora Paula Simó, autora de la tesis doctoral Turismo musical conceptualización e implicaciones territoriales: Un análisis exploratorio de los procesos de coordinación turístico-musicales de la Comunitat Valenciana, 2023, indicó en una entrevista concedida a Soy Caribe Premium que: “para que el turismo musical se convierta en un fenómeno estratégico a nivel nacional, regional y sobre todo local, los territorios deben adoptar un enfoque integral que combine la valorización de sus recursos musicales con la sostenibilidad y la innovación tecnológica, poniendo a la música en el centro de sus políticas públicas”.
También, algunos turistas viajan para participar en cursos, talleres o másters de música, o incluso para estudiar brevemente en instituciones reconocidas como la Berklee College of Music en Boston o el Conservatorio de Viena.
Es importante recalcar , que el turismo musical contribuye a la creación de empleo en sectores tan diversos como la organización de eventos, el transporte, la hostelería, la producción musical y las artes. Además, los festivales y eventos ofrecen una plataforma para que los músicos emergentes, especialmente los jóvenes, muestren su talento y generen oportunidades de crecimiento profesional.
Un ejemplo del planteamiento anterior, es el fenómeno de los conciertos denominados La residencia “No Me Quiero Ir de Aquí”, del artista puertoriqueño Bad Bunny.
Aunque esta serie de conciertos del artista boricua no ha sido una política pública, es un ejemplo exitoso de la vinculación entre música y turismo.
Este estancia se ha transformado en una estrategia de movilización masiva que atrajo en sus primeras presentaciones a más de 600 mil visitantes, duplicando la afluencia turística habitual en esos meses en la isla.
Diversos análisis económicos publicados en medios de Puerto Rico reflejan un impacto extraordinario: desde 181 millones de dólares en inyección directa, hasta evaluaciones más ambiciosas que estiman en 377 millones de dólares y la generación de aproximadamente 3,642 empleos directos, indirectos e inducidos.
En paralelo, el consumo privado ha vivido un auge notable. Se registraron aumentos de más del 25 % en transacciones con las tarjetas de Visa, y se vendieron 48 mil noches de alojamiento solo a través de paquetes turísticos formales.
Tal convergencia de turismo, cultura y comercio ha posicionado a Puerto Rico como un polo global de atracción en un momento clave del calendario económico, solo cambiando el orden del juego, donde en vez del artista ir de gira por el mundo, hace que el mundo vaya a su país.
Si República Dominicana decidiera replicar la fórmula de Bad Bunny con sus joyas culturales —merengue y bachata, y sus artistas nacionales e internacionales — podría desencadenar un fenómeno similar.
Estas expresiones musicales no son solo géneros con profundas raíces identitarias, sino también productos culturales atractivos para millones de fanáticos alrededor del mundo.
Organizar “residencias” de merengue o bachata podría aglutinar turismo selectivo durante temporadas bajas, expandiendo la demanda hotelera, de restaurantes, transporte… por todo el país.
Tal estrategia fomentaría un flujo directo de divisas —como se vio en Puerto Rico— y multiplicaría los empleos temporales en sectores ligados al turismo y la cultura.
Además, promovería el consumo de bienes locales —textiles, artesanías, gastronomía— generando un efecto “Bunny Bump dominicano”: un impulso económico de alto impacto aprovechando la fuerza simbólica de ritmos nuestros, y consolidando al país como un bastión cultural regional y global.
Pero… ¿Se hace turismo musical en República Dominicana?
El turismo musical en República Dominicana se encuentra en constante crecimiento, impulsado por la riqueza y diversidad de sus ritmos autóctonos, y por la creciente popularidad de festivales, conciertos y en los shows musicales que realizan los hoteles en el país que atraen a visitantes nacionales e internacionales.
Es importante resaltar la democratización del acceso a la música, gracias al uso de las nuevas tecnologías, lo que ha permitido que la música dominicana llegue a miles de personas en todo el mundo.
Entre los eventos más emblemáticos se encuentra el Festival del Merengue, creado en 1967 por el Ministerio de Turismo para fortalecer la identidad cultural y atraer turistas, sin embargo, ya no se hace.
Otro referente es el Festival Presidente, organizado por primera vez por la Cervecería Nacional Dominicana en 1997. Para su 20.º aniversario atrajo a más de 120,000 asistentes.
También se destacó en su momento el Festival del Merengue y Ritmos Caribeños, que incorporaba salsa y bachata, y el Latin Music Tours, que actualmente combina recorridos turísticos por diversas regiones del país con conciertos en vivo de artistas locales e internacionales.
Podemos citar otros eventos como el Festival Mundial del Merengue, realizado en la provincia de Jarabacoa en 2024.
No solo los festivales son protagonistas, también numerosas discotecas y locales nocturnos en el Gran Santo Domingo, Punta Cana, Puerto Plata y otras provincias presentan regularmente a artistas nacionales e internacionales, integrándose como una pieza clave del turismo musical.
El país también ofrece turismo educativo y cultural en torno a la música. La Casa de la Música, inaugurada en 2021 en la Ciudad Colonial de Santo Domingo, permite conocer la historia y evolución de los instrumentos dominicanos a través de exposiciones interactivas y actividades artísticas.
El Museo del Merengue y la Bachata, MUMBA, es un proyecto que pretende salir el próximo año y promete ser un espacio cultural innovador que integrará música, arte, tecnología y gastronomía, celebrando los géneros que son alma y símbolo del país.
Fuera de los linderos de la capital, el Centro León, en Santiago de los Caballeros, se ha consolidado como un referente cultural. Su colección de instrumentos musicales tradicionales muestra artículos de la música folclórica dominicana y conserva grabaciones de ritmos autóctonos.
Además, su exposición “Signos de Identidad” ofrece una experiencia inmersiva que incluye música, y los Viernes Musicales presentan conciertos en vivo, promoviendo la herencia musical del país.
Contar con una variedad de ritmos tan ricos como el merengue y la bachata hacen a la República Dominicana un país con mucho potencial para el turismo musical.
De hecho, el que la UNESCO haya reconocido estos ritmos como patrimonio inmaterial de la humanidad le revisten de valor, lo que puede ser aprovechado para que personas de todo el mundo visiten la República Dominicana.
José Antonio Rodríguez, quien fuera ministro de Cultura de la República Dominicana y embajador ante la UNESCO, fue uno de los principales propulsores de la propuesta que logró tales reconocimientos.
Rodríguez, en una entrevista exclusiva para este medio, refirió el valor que tuvo este reconocimiento para el país: “Al reconocer la UNESCO el merengue y la bachata como patrimonio, le puso el apellido del país al que pertenecen y ese apellido ya estará acompañando el merengue y a la bachata por toda la vida”.
Cabe señalar que el reconocimiento de la bachata como patrimonio inmaterial se llevó a cabo bajo la gestión del ministro de Cultura Eduardo Selman. La propuesta fue presentada formalmente en 2018 y aprobada el 11 de diciembre de 2019.
¿La República Dominicana tiene la capacidad necesaria para explotar el turismo musical de manera más sostenida ?
Estos ritmos no sólo han sido reconocidos como patrimonio, sino que también se han colocado en el mapa mundial al ganar dos Récords Guinness: El baile de merengue más grande del mundo (2019) y El baile de bachata más grande del mundo (2021).
Los proyectos donde decenas de parejas bailaron de manera sincronizada fueron impulsados y realizados por el destacado productor Alberto Zayas, desde AZ films Producciones, quien reafirma desde la experiencia vivida en estas producciones que: «Hay turistas que visitan nuestro país por primera vez, y lo que los hace volver es nuestra música. Aparte de nuestra gente y su trato, que son nuestros mejores promotores tangibles y mercadológicos, la música los trae de nuevo».
El testimonio de Encarna Dueñas, directora de la Academia Encarna Dueñas, en Benavente (Zamora, España), es solo una prueba del interés internacional de algunos ciudadanos del mundo por aprender a bailar nuestros ritmos.
Conversando con Soy Caribe Premium, Dueñas nos confirmó el alcance internacional de estos ritmos: “Yo creo que la República Dominicana sabe muy bien sacar provecho de toda su cultura, sobre todo de su música porque según llegas allí lo primero con lo que tienes contacto es con su música. Hay muchos turistas que vamos a bailar, ( me incluyo) porque ya que lo estamos bailando y aprendiendo aquí en Europa nos apetece probarlo allí… luego estos turistas cuando salen de República Dominicana, buscan poder aprender de manera más extensa a bailar tanto la bachata, como el merengue”.
Los turistas terminan siendo embajadores de nuestros ritmos cuando deciden aprenderlo y regresar con sus experiencias a sus países, pero también los intérpretes de nuestra música son los principales promotores cuando logran hacer populares en distintas latitudes sus temas.
Artistas dominicanos: guardianes del merengue y la bachata
Los artistas dominicanos son plenamente conscientes del impacto cultural y social de los géneros que interpretan, así como de la responsabilidad de preservar y proyectar estas expresiones musicales que forman parte del alma del país.
Como decía el fenecido merenguero Johnny Ventura: “El merengue no es una cosa que se pueda borrar, es la música de la patria…”
Esta frase subraya que el merengue es inseparable de la identidad nacional y posee una fuerza que trasciende modas pasajeras, convirtiéndose en un símbolo duradero del orgullo y la historia dominicana.
Merengueros como Wilfrido Vargas y Johnny Ventura fueron de los primeros en internacionalizar el merengue, motivando a nuevas generaciones de artistas a apostar por este ritmo.
A su vez, figuras de la popularidad de Sergio Vargas, los Hermanos Rosario, Milly Quezada, Miriam Cruz, Fernando Villalona, Eddy Herrera, Ramón Orlando, el extinto Rubby Pérez y más recientemente Manny Cruz han elevado el impacto del merengue en el extranjero.
El valor de este ritmo también ha sido reconocido por importantes figuras del quehacer público del país. Es el caso de Jatnna Tavarez, importante comunicadora de televisión y productora del proyecto “Que viva el Merengue”, reconocida como la “Madrina del Merengue”.
Tras ser entrevistada para este medio comentó : “El merengue es nuestra identidad. El hecho de haber sido declarado Patrimonio Inmaterial de la Humanidad refleja lo que significa, no solo en la República Dominicana, sino también a nivel internacional. El merengue nos brinda la oportunidad de mostrar al mundo quiénes somos a través de nuestra música. Es nuestra carta de presentación y un recurso invaluable para fortalecer el turismo. Por eso, el merengue está estrechamente ligado al crecimiento turístico del país”.
El viaje internacional de la bachata: de tradición local a fenómeno global
También la bachata ha jugado un rol importante en colocar musicalmente a la República Dominicana en el mapa mundial, atrayendo a turistas que no solo quieren disfrutar de conciertos en vivo, sino también conocer de cerca la cultura que dio origen a este género, y enamorando a los dominicanos residentes en el país, cuya escucha se constituye una tradición local.
Luis Gonzaga Segura, conocido tanto como “El Papá de la Bachata” o “El Añoñaito”, declaró a Soy Caribe Premium que “la música dominicana está dominando el espacio de habla hispana en el mundo. En el caso de la bachata, este género está produciendo grandes ingresos al país atrayendo cada día más seguidores de todas partes del mundo que visitan al país frecuentemente”.
La presencia de fenómenos musicales como Juan Luis Guerra y Romeo Santos han internacionalizado rotundamente este ritmo, colocándolo en el foco de la mirada internacional y posicionando el género de la bachata en diferentes clases sociales y generaciones.
Otros artistas que han puesto a sonar a la bachata tanto dentro como fuera del país son Anthony Santos (El Mayimbe), Raulín Rodríguez, Zacarías Ferreira, Frank Reyes, Monchy & Alexandra, Prince Royce, entre otros.
Infraestructura: soporte estratégico para el desarrollo del turismo musical en República Dominicana
No sólo contar con la buena música y la promoción de la misma hace que se logre el cometido de que un turismo fundamentado en la música funcione. Hace falta contar con sólidas infraestructuras que respalden la realización de espectáculos y eventos artísticos a gran escala, elementos con los que ya cuenta el país.
El país posee condiciones de primer nivel en cuanto a infraestructuras y movilidad para atraer público de todo el mundo.
La robusta red hotelera es prueba de ello. Pues el territorio cuenta con cadenas de primer nivel que nos convierten el destino más importante de la región.
De igual forma, contamos con aeropuertos que mueven un gran flujo de pasajeros como el de Las Américas (Santo Domingo) o el de Punta Cana.
La creciente industria de cruceros se suma a las facilidades de transporte desde y hacia la República Dominicana para locales y extranjeros.
Espacios emblemáticos como Altos de Chavón (La Romana) o el Estadio Olímpico Félix Sánchez (Santo Domingo), forman parte de una oferta que cuenta con eventos musicales diseminados por todo el país.
Claves para un desarrollo pleno del turismo musical en República Dominicana
Para que el turismo musical alcance todo su potencial, es imprescindible integrar políticas públicas, con estrategias de desarrollo territorial, priorizando la sostenibilidad, la viabilidad a largo plazo y la medición de impactos en las que el sector privado trabaje de manera mancomunada, y elementos claves para el desarrollo del turismo musical.
Visión estratégica y sostenibilidad
“La música no solo atrae turistas, fortalece la identidad y une comunidades”, recuerda Paula Simó. Su investigación revela también que el turismo musical, bien planificado, puede impulsar cambios positivos en la educación, fomentar la diversidad cultural y contribuir al desarrollo económico sostenible.
Apuesta por una Marca Musical Nacional
Dentro de las claves señaladas por Simó destacan: el desarrollo de una marca musical nacional, la creación de rutas y festivales emblemáticos y el fortalecimiento de la colaboración público-privada. Hoteles, transporte, restaurantes y escenarios artísticos y de espectáculos, trabajando junto a los músicos permiten experiencias memorables, mientras que apoyar a los artistas locales asegura que el turismo no solo consuma cultura, sino que la refuerce.
Escenas locales y redes internacionales
Otro de los hallazgos del estudio de Simó es la importancia de valorar las escenas musicales locales, garantizando que el turismo musical sirva también para impulsar a los artistas nacionales y preservar el patrimonio cultural.
En paralelo, participar en redes internacionales como la Music Cities Network , una asociación transnacional sin ánimo de lucro dedicada a fortalecer los ecosistemas musicales urbanos a través de la colaboración internacional y el empoderamiento locales, es esencial para intercambiar buenas prácticas y proyectar la cultura dominicana a escala global.
En palabras de la investigadora: “La música puede impulsar cambios positivos en las comunidades, mejorar la educación, fomentar la diversidad cultural y contribuir al desarrollo económico sostenible. Un enfoque integral y colaborativo permitirá atraer turistas de calidad y construir comunidades más fuertes y culturalmente ricas”.
Aprender de las experiencias internacionales
“Mirar más allá de las fronteras también es crucial. Ciudades como Manchester, Aarhus o Hamburgo, miembros activos de la Music Cities Network, han demostrado que la música puede ser un motor económico y cultural potente cuando se gestiona con planificación, innovación y colaboración. Participar en estas redes permite compartir buenas prácticas y proyectar la cultura dominicana a nivel global”
Dra. Paula Simó
Doctora en Economía Internacional y Turismo por la Universitat de València, España.
Partiendo de sus palabras, se infiere que la República Dominicana posee un tesoro en el merengue y la bachata; solo falta diseñar estrategias públicas y privadas concretas y dirigidas , fruto de un plan nacional, que permitan al turista no solo escuchar la música, sino vivirla y bailarla, convirtiéndola en una experiencia inolvidable y un verdadero motor de desarrollo cultural y económico del país.
Inspiración de otros países
También, el economista Miguel Sang, profesor de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra de la República Dominicana, apunta en conversación con nosotros que “así como países como Corea del Sur y Turquía han convertido su riqueza cultural en una industria con impacto global, la República Dominicana podría replicar varias de estas estrategias para consolidar su industria musical y cultural”.
Experiencias musicales y planificación nacional
Anabel Bueno Santana-Dolenc, embajadora de la República Dominicana ante la ONU-Turismo, nos explicó en una distendida conversación, que una de las iniciativas más prometedoras sería desarrollar experiencias musicales inspiradas en la primera guía musical de la OMT (2007), que buscaba integrar la música como motor de desarrollo del turismo sostenible.
La guía promueve la conexión de los visitantes con las tradiciones locales y la riqueza cultural de cada destino.
“Se podría pensar en rutas turísticas que lleven a los visitantes por un recorrido musical del país; incluyendo barrios emblemáticos donde nacieron grandes artistas dominicanos, museos dedicados a la música y espacios para vivir la experiencia musical en vivo”
Anabel Bueno Santana-DolencEmbajadora de la República Dominicana ante la ONU-Turismo
Con estas estrategias, la República Dominicana no solo potenciaría su turismo, sino que consolidaría a la música como un vehículo de identidad cultural y desarrollo económico, permitiendo que los visitantes se lleven más que recuerdos: una experiencia auténtica y vibrante de su patrimonio musical.
La ejecución de un plan nacional debe asegurar no solo la llegada de visitantes y el impacto en el PIB del país , sino también que cada evento respete el medio ambiente, fomente la inclusión social y genere beneficios equitativos para artistas y comunidades locales.
Al final, queda más que evidente que la música late en cada rincón de República Dominicana. Merengue y bachata no son solo ritmos; son memoria, tradición y alegría convertida en movimiento.
Cada festival, cada concierto y cada acorde que resuena en las calles —entre tambores, guitarras, güira, y acordeones— constituye una ventana abierta al patrimonio cultural del país. Una experiencia que no solo enriquece al visitante, sino que también refuerza la identidad local.
Incluso en paredes europeas, aparecen murales con figuras estáticas con rostros que rebozan dominicanidad y que invitan a los que las observan a bailar o a escuchar la música que nos identifica con cada instrumento.
Los turistas: promotores leales del patrimonio musical de la República Dominicana
Los propios turistas confirman el efecto que les ha dejado la música dominicana. Franchesco Cena, turista italiano y Francisco Javier González Pariente, turista español, quienes visitan con frecuencia este rincón caribeño, son solo dos de los miles de turistas que visitan el país.
Ellos son quienes, al regresar a sus países, se convierten en testigos de la esencia hospitalaria y rítmica de la isla.
Estos turistas llegan atraídos por su gastronomía, sus recursos naturales, sus playas y montañas, la hospitalidad de su gente y mucho más , pero es la música la que, finalmente, se queda grabada en sus memorias.
Sonidos y acordes que trae los recuerdos de una isla a la que, sin dudas, volverían y donde la felicidad es sinónimo de música: “Cuando bajas del avión, lo primero que recibes es música. Pero no solo ahí: en las calles, en la playa, en un colmado o incluso en un semáforo, siempre escuchas música. Un dominicano bailando es un dominicano feliz, y mientras haya música, esa felicidad se contagia… también al turista que visita el país” (Francisco Javier Pariente).
Entrevistas
Entrevistas
7:10
7:44
14:20
2:52
1:34
16:17
2:30
Periodistas:
- Ángela Carrasco
- Odalis Castillo
Diseño y edición web:
- Pablo Gamarci
Creación y diseño de portada:
- Yannet Carrasco
Realización de videos y edición:
- Juan Carlos Navarro, Venancio Valbuena, Pablo Gamarci
Corrección de estilo:
- Luis Daniel Núñez
- José Antonio Rodríguez – Cantautor, poeta y diplomático dominicano. Ministro de Cultura (2012–2016) y Embajador ante la UNESCO (2017–2020), República Dominicana.
- Anabel Bueno Santana-Dolenc – Embajadora de la República Dominicana ante la ONU-Turismo, Madrid, España.
- Jatnna Tavárez – Comunicadora y productora de TV. Productora del proyecto “Que viva el Merengue”, República Dominicana.
- Alberto Sayas – Productor de AZ Films Producciones, República Dominicana.
- Miguel Sang – Economista, profesor en la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra, República Dominicana.
- Paula Simó Tomás – Profesora Ayudante, Doctora en el Departamento de Economía Aplicada, Universitat de València, España.
- Luis Gonzaga Segura – (El Papá de la Bachata) – República Dominicana.
- Venancio Valbuena – Director del medio digital Interbenavente, Benavente, España.
- Encarna Dueñas – Profesora de baile y directora de la Academia Encarna Dueñas. Zamora Benavente, España.
- Kelvin Penaló – Productor de eventos y relacionador público, República Dominicana.
- Francisco Javier González Pariente – Turista español.
- Franchesco Cena – Turista italiano.
- Dominicanos x Europa ( video murales)
- Héctor Farias ( Coreógrafo y director del Ballet Dominicano en Europa)
- Ballet Dominicano en Europa ( Fotografia posada)
Fecha de publicación: 11 de agosto de 2025.
Periodista especializada en comunicación digital, periodismo tradicional y relaciones públicas, con una sólida trayectoria que combina más de 15 años de experiencia en la gestión de contenidos editoriales y recursos humanos.
Es licenciada en Ciencias Humanas, mención Comunicación Social y Periodismo, por la Universidad Autónoma de Santo Domingo (USAD). Posteriormente realizó un postgrado en Relaciones Públicas en la Universidad Católica de Santo Domingo, y en 2013 obtuvo una maestría en Comunicación Digital en la Universidad a Distancia de Madrid (UDIMA).
Desde julio de 2021 se desempeña como periodista y coordinadora de contenidos en la revista Soy Caribe Premium. A partir de 2022, amplió su labor periodística colaborando con el medio Dominicanos X Europa, en el que desarrolla reportajes y entrevistas orientados a la diáspora dominicana en España. A partir de su residencia en España, también colabora como periodista en el medio digital español, Interbenavente.
Odalis Castillo
Periodista, escritora, compositora y productora audiovisual, con más de 20 años de experiencia en la producción de contenidos para televisión y eventos. Tiene estudios de Licenciatura en Comunicación Social por la UCSD y maestría en Comunicación Digital por UDIMA, España y de Libros y Literatura Infantil y Juvenil por la Universidad Autónoma de Barcelona.
En televisión, fue productora del programa Nuria: Investigación Periodística y actualmente produce y conduce el programa de investigación Toda la Verdad y en la radio coordina y conduce Panorama de la Mañana.
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