
11 Ago El merengue y la bachata: ritmos patrimoniales movidos a impulsar el turismo en República Dominicana
“Nada habla mejor de un país que su cultura. Nada nos identifica, ni nos diferencia más que la cultura.”
José Antonio Rodríguez
Cantautor, poeta y diplomático dominicano
Ministro de Cultura (2012–2016)
Embajador de la República Dominicana ante la UNESCO (2017–2020)
Si la música tiene el poder de unir y el turismo el de mover, ¿qué pasaría si ambos caminarán juntos?
En más de una ocasión, Zurab Pololikashvili, Secretario General de la Organización Mundial del Turismo (OMT), ha recordado que turismo y cultura no son caminos paralelos, sino rutas que se entrelazan. Desde su perspectiva, viajar no solo mueve economías, sino que también mantiene viva la memoria de los pueblos y da nueva vida a su patrimonio.
En una de sus declaraciones más contundentes lo expresó así: “El turismo se sitúa a la cabeza de las actividades que contribuyen a la promoción y la protección del patrimonio cultural y natural.” Y no se trata solo de cifras o crecimiento económico; es la confirmación de que cada visitante puede convertirse en un promotor de la historia y la tradición.
Pololikashvili también ha encontrado en la música un aliado inesperado de ese viaje sin fronteras: “La música, al igual que el turismo, reúne a las personas y conecta culturas.” Y tiene razón: una melodía puede cruzar océanos, del mismo modo que un vuelo acerca realidades que parecían distantes.
Esto nos invita a una reflexión necesaria: si la música tiene el poder de unir y el turismo el de mover, ¿qué pasaría si ambos caminarán juntos? En un país como República Dominicana, donde el turismo es motor económico y la identidad musical late en cada esquina con ritmos como el merengue y la bachata, la apuesta por el turismo musical podría ser mucho más que una tendencia: sería una estrategia para exportar cultura, generar nuevas experiencias, seguir posicionando esta industria sin chimenea, y seguir creciendo como potencia en la región del Caribe, para redescubrirse a través de nuestra propia sonoridad.
De manera independiente se conocen iniciativas que apuntan en el sentido de posicionar los ritmos patrimoniales de la República Dominicana. Por un lado el Ministerio de Cultura, en la gestión de Roberto Ángel Salcedo, ha subrayado la necesidad de preservar y proyectar los ritmos autóctonos dominicanos, en especial el merengue y la bachata, reconocidos por la UNESCO como patrimonio cultural inmaterial de la humanidad. Sin dejar de valorar géneros como la salsa y el perico ripiao, la gestión impulsa la difusión de esta riqueza musical en espacios estratégicos como la Zona Colonial de Santo Domingo y en diversas áreas turísticas del país , en coordinación con el Ministerio de Turismo de la República Dominicana. Asimismo, trabaja en un proyecto de ley destinado a ofrecer incentivos a los artistas, promover la presencia de estos géneros en los medios locales y asegurar la continuidad y valorización de la música dominicana en el tiempo.
En tanto, el Ministerio de Turismo continúa apostando por la música y la cultura como ejes de su estrategia de promoción internacional. En escenarios de gran alcance, como la Feria de Turismo de Madrid (FITUR), y en el Times Square en Nueva York, donde presentó el “Domo Experiencial”, una innovadora propuesta que acercó a los visitantes a la esencia dominicana a través del merengue, la gastronomía y el carnaval , y en el campo publicitario promocional se encuentra el “Taste Paradise”, que busca consolidar al país como un destino donde la cultura y el turismo convergen de manera única.
Estas iniciativas, si bien han sido relevantes, pudieran tener más fuerza si se trabajan de manera integral, continua y sostenida en el tiempo, en un Plan Nacional, que se constituya en un concepto Marca País, donde ambos Ministerios unan sus fuerzas en busca del objetivo común de que el merengue y la bachata, ritmos patrimoniales, estén movidos a impulsar el turismo en República Dominicana, según ya se han visto experiencias en otros países donde la música y el turismo han sido una ecuación con buenos resultados.
El Turismo Musical: Una tendencia en ascenso a favor del crecimiento de la Industria Turística Global
El turismo musical se ha consolidado como una de las actividades más relevantes y rentables dentro de la industria turística global, combinando la atracción de visitantes con la promoción cultural y el desarrollo económico. Este sector, que abarca desde grandes festivales internacionales hasta la preservación de músicas autóctonas, genera un impacto económico significativo: el Informe del BID La economía naranja: una oportunidad infinita (2013) estima que la industria del entretenimiento aporta US$ 2.2 billones anuales a la economía mundial, mientras que en República Dominicana la economía naranja representa hasta el 1,5 % del PIB, y la ONU proyecta que este sector genera US$ 2,250 millones globalmente.

Eventos como Coachella en California en Estados Unidos, el Jazz Festival de Montreux en Suiza, Tomorrowland en Bélgica, el Sónar en Barcelona, el Celtic Connections Festival en Escocia, el Festival de Gamelan en Bali, o el Starlite Occidente (Marbella) en España, atraen turistas que invierten en alojamiento, transporte, alimentación, entradas, y actividades complementarias, estimulando además la modernización de infraestructuras turísticas y diversificando la oferta de destinos tradicionales.
Asimismo, el turismo musical contribuye a la preservación de tradiciones culturales. Un ejemplo, el son cubano en La Habana o la música tradicional africana en Dakar. La música fortalece la marca de ciudades con historia musical o vinculadas a artistas muy trascendentales, están los casos de Liverpool, o Viena. Todo esto consolida a la música como una herramienta poderosa de promoción turística y desarrollo económico sostenible.
También, algunos turistas viajan para participar en cursos, talleres o másters de música, o incluso para estudiar brevemente en instituciones reconocidas como la Berklee College of Music en Boston o el Conservatorio de Viena.
Es importante recalcar , que el turismo musical contribuye a la creación de empleo en sectores tan diversos como la organización de eventos, el transporte, la hostelería, la producción musical y las artes. Además, los festivales y eventos ofrecen una plataforma para que los músicos emergentes, especialmente los jóvenes, muestren su talento y generen oportunidades de crecimiento profesional.
Sobre la importancia de la promoción musical en el desarrollo de la industria turística mundial, la Dra. Paula Simó, autora de la tesis doctoral Turismo musical Conceptualización e implicaciones territoriales: Un análisis exploratorio de los procesos de coordinación turístico-musicales de la Comunitat Valenciana 2023, expresó en una entrevista que hiciéramos para esta investigación y que fue publicada en Soy Caribe Premium, que : “Para que el turismo musical se convierta en un fenómeno estratégico a nivel nacional, regional y sobre todo local, los territorios deben adoptar un enfoque integral que combine la valorización de sus recursos musicales con la sostenibilidad y la innovación tecnológica, poniendo a la música en el centro de sus políticas públicas”.
El fenómeno de los conciertos denominados La residencia “No Me Quiero Ir de Aquí” del artista puertoriqueño, Bad Bunny, aunque no ha sido una política pública, son un ejemplo de la vinculación música y turismo y el impacto económico y social para los países.
Esto ha sido mucho más que una serie de conciertos: se ha transformado en una estrategia de movilización masiva que atrajo en sus primeras presentaciones a más de 600, 000 visitantes, duplicando la afluencia turística habitual en esos meses.
Diversos análisis económicos publicados en medios de Puerto Rico reflejan un impacto extraordinario: desde 181 millones de dólares en inyección directa, hasta evaluaciones más ambiciosas que estiman hasta 377 millones de dólares y la generación de aproximadamente 3 642 empleos directos, indirectos e inducidos. En paralelo, el consumo privado vivió un auge notable: se registraron aumentos de más del 25 % en transacciones con Visa, y se vendieron 48 mil noches de alojamiento solo a través de paquetes turísticos formales. Esta convergencia de turismo, cultura y comercio ha posicionando a Puerto Rico como un polo global de atracción en un momento clave del calendario económico, solo cambiando el orden del juego, donde en vez del artista ir de gira por el mundo, hace que el mundo vaya a su país.
Si República Dominicana decidiera replicar esta fórmula de Bad Bunny, con sus joyas culturales —el merengue y la bachata— podría desencadenar un fenómeno similar. Estas expresiones musicales no son solo géneros con profundas raíces identitarias, sino también productos culturales con atractivo para millones de fanáticos alrededor del mundo. Organizar “residencias” de merengue o bachata en el país (o desde un formato itinerante nacional) podría aglutinar turismo selectivo durante temporadas bajas, expandiendo la demanda hotelera, de restaurantes y de transporte en zonas dentro y fuera de Santo Domingo. Tal estrategia fomentaría un flujo directo de divisas —como se vio en Puerto Rico— y multiplicaría los empleos temporales en sectores ligados al turismo y la cultura. Además, promovería el consumo de bienes locales —textiles, artesanías, gastronomía— generando un efecto “Bunny Bump Dominicano”: un impulso económico de alto impacto aprovechando la fuerza simbólica de ritmos nuestros, y consolidando al país como un bastión cultural regional y global.
Pero… ¿Se hace turismo musical en República Dominicana?
El turismo musical en República Dominicana se encuentra en constante crecimiento, impulsado por la riqueza y diversidad de sus ritmos autóctonos, y por la creciente popularidad de festivales, conciertos en locales nocturnos que atraen a visitantes nacionales e internacionales.
Entre los eventos más emblemáticos realizados en este país ha sido el Festival del Merengue, creado en 1967 por el Ministerio de Turismo para fortalecer la identidad cultural y atraer turistas, sin embargo ya no se hace.
Otro referente es el Festival Presidente, organizado por la Cervecería Nacional Dominicana desde 1997, que ha reunido a figuras de la talla de Juan Luis Guerra, y que en su 20 aniversario atrajo a más de 120,000 asistentes. También destacó en su momento el Festival del Merengue y Ritmos Caribeños, que incorporaba salsa y bachata, y el Latin Music Tours, que combina recorridos turísticos por diversas regiones del país con conciertos en vivo de artistas locales e internacionales.

Podemos citar otros eventos realizados como el Festival Mundial del Merengue realizado en la provincia de Jarabacoa en el año 2024.
No solo los festivales son protagonistas, también, numerosas discotecas y locales nocturnos en Santo Domingo, Punta Cana, Puerto Plata y otras provincias presentan regularmente a artistas nacionales e internacionales, integrándose como una pieza clave del turismo musical.
El país también ofrece turismo educativo y cultural en torno a la música. La Casa de la Música, inaugurada en 2021 en la Ciudad Colonial de Santo Domingo, que permite conocer la historia y evolución de los instrumentos dominicanos a través de exposiciones interactivas y actividades artísticas. Próximamente, el MUMBA – Museo del Merengue y la Bachata, programado para 2026, es un proyecto que promete ser un espacio cultural innovador que integrará música, arte, tecnología y gastronomía, celebrando los géneros que son alma y símbolo del país.
Fuera de los linderos de la capital, el Centro León, en Santiago de los Caballeros, se ha consolidado como un referente cultural. Su colección de instrumentos musicales tradicionales muestra instrumentos de la música folclórica dominicana y conserva grabaciones de ritmos autóctonos. Además, su Exposición «Signos de Identidad» ofrece una experiencia inmersiva que incluye música, y los Viernes Musicales presentan conciertos en vivo, promoviendo la herencia musical del país.
¿La República Dominicana tiene la potencialidad necesaria para explotar el turismo musical de manera más sostenida ?
Contar con una variedad de ritmos tan ricos, como el merengue y la bachata, hacen a la República Dominicana, un país con mucho potencial para el turismo músical. De hecho, el que la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, conocida como UNESCO haya reconocido estos ritmos como patrimonio inmaterial de la humanidad, le revisten de valor y colocan a estos ritmos en el mapa mundial, provocando un interés para que otras naciones se motiven a visitar la República Dominicana.
José Antonio Rodriguez, quien fuera Ministro de Cultura de la República Dominicana y Embajador ante la UNESCO, fue el principal propulsor de la propuesta que logró estos reconocimientos. Rodriguez, en una entrevista exclusiva para este medio, refirió el valor que tuvo este reconocimiento para el país: “Al reconocer la UNESCO el merengue y la bachata como patrimonio, le puso el apellido del país al que pertenecen y ese apellido ya estará acompañando la merengue y a la bachata por toda la vida”.
Estos ritmos no sólo han sido reconocidos como patrimonio, sino que también se han colocado en el mapa mundial al ganar dos Récords Guinness: el baile de merengue más grande del mundo (2019) y el baile de bachata más grande del mundo (2021). Estos proyectos donde decenas de parejas bailaron de manera sincronizada, fueron impulsados y realizados por el destacado productor Alberto Zayas desde AZ films Producciones, quien reafirma desde la experiencia vivida en estas producciones, donde además participaron también extranjeros, que «Hay turistas que visitan nuestro país por primera vez, y lo que los hace volver es nuestra música. Aparte de nuestra gente y su trato, que son nuestros mejores promotores tangibles y mercadológicos, la música los trae de nuevo».
El testimonio de Encarna Dueñas, profesora de Baile, directora de la Academia Encarna Dueñas, en Zamora Benavente, España, es solo una prueba del interés internacional de algunos ciudadanos del mundo, por aprender a bailar nuestros ritmos. En una entrevista realizada por este medio, nos confirma el alcance internacional de estos ritmos: “Yo creo que la República Dominicana sabe muy bien sacar provecho de toda su cultura, sobre todo de su música porque según llegas allí lo primero con lo que tienes contacto es con su música. Hay muchos turistas que vamos a bailar, ( me incluyo) porque ya que lo estamos bailando y aprendiendo aquí en Europa nos apetece probarlo allí… luego estos turistas cuando salen de República Dominicana, buscan poder aprender de manera más extensa a bailar tanto la bachata, como el merengue”.
Los turistas terminan siendo embajadores de nuestros ritmos cuando deciden aprenderlo y regresar con sus experiencias a sus países, pero también los intérpretes de nuestra música son los principales promotores cuando logran hacer populares en distintas latitudes sus temas. En diversas entrevistas, artistas dominicanos han manifestado el valor de la música que interpretan. “El merengue no es una cosa que se pueda borrar, es la música de la patria…” Esta es una afirmación expresada por el fenecido merenguero, Johnny Ventura, que refuerza que el merengue es inseparable de la identidad dominicana y posee una fuerza cultural que trasciende tendencias pasajeras.
Merengueros como Wilfrido Vargas, y el fenecido cantante Johnny Ventura internacionalizaron el merengue, motivando a nuevas generaciones de artistas a apostar por este ritmo. Figuras como Sergio Vargas, los hermanos Rosario, Jandy Ventura con su agrupación Los Potros del Caballo, Milly Quezada, Fernando Villalona, Eddy Herrera, Ramón Orlando, Manny Cruz, entre otros son parte de los actuales custodios de este ritmo caribeño.
El valor de este ritmo también ha sido reconocido por importantes figuras del quehacer público del país. Es el caso de Jatnna Tavarez, importante comunicadora de televisión y productora del proyecto «Que viva el Merengue»reconocida como la «Madrina del Merengue» , tras ser entrevistada para este medio : “El merengue es nuestra identidad. El hecho de haber sido declarado Patrimonio Inmaterial de la Humanidad refleja lo que significa, no solo en la República Dominicana, sino también a nivel internacional. El merengue nos brinda la oportunidad de mostrar al mundo quiénes somos a través de nuestra música. Es nuestra carta de presentación y un recurso invaluable para fortalecer el turismo. Por eso, el merengue está estrechamente ligado al crecimiento turístico del país”.
También la Bachata ha jugado un rol importante en colocar musicalmente a la República Dominicana en el mapa mundial, atrayendo a turistas que no solo quieren disfrutar de conciertos en vivo, sino también conocer de cerca la cultura que dio origen a este género.
Para Luis Gonzaga Segura, célebre intérprete. conocido tanto como “El Papá de la Bachata” como “El Añoñaito”, tras dar declaraciones a este Soy Caribe Premium, indicó, que “la música dominicana está dominando el espacio de habla hispana en el mundo. En el caso de la bachata, este género está produciendo grandes ingresos al país atrayendo cada día más seguidores de todas partes del mundo que visitan al país frecuentemente”.
La presencia de fenómenos musicales como Romeo Santos y Juan Luis Guerra han internacionalizado de manera rotunda este ritmo, colocándolo en el foco de la mirada internacional y posicionando el género bachata en diferentes clases sociales y generaciones.
Otros artistas de este género que han puesto a sonar a la bachata tanto dentro como fuera del país son Prince Royce, Zacarías Ferreira, Anthony Santos (El Mayimbe), Frank Reyes, Raulín Rodríguez, Monchy & Alexandra, entre otros.
Pero no sólo contar con la buena música y la promoción de la misma hace que se logre el cometido de que un turismo fundamentado en la música, funcione, hace falta contar con sólidas infraestructuras que respalden la realización de espectáculos y eventos artísticos a gran escala. Elementos con los que ya cuenta el país: Aeropuertos como el de Las Américas en Santo Domingo y el de Punta Cana, que conectan con los principales destinos internacionales; la robusta red hotelera integrada por las más importantes cadenas del mundo —Barceló, Meliá, Iberostar, Hard Rock, Marriott, entre otras— que ofrecen escenarios y facilidades para congresos y conciertos; y medios de transporte eficientes, como las primeras líneas del metro en Santo Domingo, empresas de autobuses interurbanos y servicios de taxis, que facilitan la movilidad dentro del país.
Espacios emblemáticos como Altos de Chavón en La Romana o el Estadio Olímpico Félix Sánchez en la capital, se suman a centros culturales y plazas de provincias como Santiago, Puerto Plata o La Vega, que cada vez más se abren al turismo musical. Esta combinación de cultura, conectividad, hospitalidad y gastronomía, con restaurantes de primer nivel, constituye un pilar estratégico para impulsar este tipo de turismo.
Claves para un desarrollo pleno del turismo musical en República Dominicana
La música no solo atrae turistas: también fortalece la identidad cultural y promueve la cohesión social. Para que el turismo musical alcance todo su potencial, es imprescindible integrar políticas públicas, con estrategias de desarrollo territorial, priorizando la sostenibilidad, la viabilidad a largo plazo y la medición de impactos en las que el sector privado trabaje de manera mancomunada.
Visión estratégica y sostenibilidad
“La música no solo atrae turistas, fortalece la identidad y une comunidades”, recuerda Paula Simó. Su investigación internacional revela que el turismo musical, bien planificado, puede impulsar cambios positivos en la educación, fomentar la diversidad cultural y contribuir al desarrollo económico sostenible.
Apuesta por una Marca Musical Nacional
Entre las claves señaladas por Simó destacan: el desarrollo de una marca musical nacional, la creación de rutas y festivales emblemáticos y el fortalecimiento de la colaboración público-privada. Hoteles, transporte, restaurantes y escenarios artísticos y de espectáculos, trabajando junto a los músicos permiten experiencias memorables, mientras que apoyar a los artistas locales asegura que el turismo no solo consuma cultura, sino que la refuerce.
Escenas locales y redes internacionales
Otro de los hallazgos de su estudio es la importancia de valorar las escenas musicales locales, garantizando que el turismo musical sirva también para impulsar a los artistas nacionales y preservar el patrimonio cultural. En paralelo, participar en redes internacionales como la Music Cities Network , una asociación transnacional sin ánimo de lucro dedicada a fortalecer los ecosistemas musicales urbanos a través de la colaboración internacional y el empoderamiento locales esencial para intercambiar buenas prácticas y proyectar la cultura dominicana a escala global.
En palabras de la investigadora: “La música puede impulsar cambios positivos en las comunidades, mejorar la educación, fomentar la diversidad cultural y contribuir al desarrollo económico sostenible. Un enfoque integral y colaborativo permitirá atraer turistas de calidad y construir comunidades más fuertes y culturalmente ricas”.
Aprender de las experiencias internacionales
“Mirar más allá de las fronteras también es crucial. Ciudades como Manchester, Aarhus o Hamburgo, miembros activos de la Music Cities Network, han demostrado que la música puede ser un motor económico y cultural potente cuando se gestiona con planificación, innovación y colaboración. Participar en estas redes permite compartir buenas prácticas y proyectar la cultura dominicana a nivel global”
Dra. Paula Simó
Doctora en Economía Internacional y Turismo por la Universitat de València, España.
Partiendo de sus palabras, inferimos que la República Dominicana posee un tesoro en el merengue y la bachata; solo falta diseñar estrategias que permitan al turista no solo escuchar la música, sino vivirla y bailarla, convirtiéndola en una experiencia inolvidable y un verdadero motor de desarrollo cultural y económico.
Inspiración de otros países
También, el economista Miguel Sang, profesor de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra de la República Dominicana, apunta en conversación con nosotros que “así como países como Corea del Sur y Turquía han convertido su riqueza cultural en una industria con impacto global, la República Dominicana podría replicar varias de estas estrategias para consolidar su industria musical y cultural”.
Los turistas: promotores leales del patrimonio musical de la República Dominicana
Según Anabel Bueno Santana-Dolenc, embajadora de la República Dominicana ante la ONU-Turismo, nos explicó en una distendida conversación, que una de las iniciativas más prometedoras sería desarrollar experiencias musicales inspiradas en la primera guía musical de la OMT (2007), que buscaba integrar la música como motor de desarrollo turístico sostenible. La guía promovía la conexión de los visitantes con las tradiciones locales y la riqueza cultural de cada destino.
Experiencias musicales y planificación nacional
“Se podría pensar en rutas turísticas que lleven a los visitantes por un recorrido musical del país; incluyendo barrios emblemáticos donde nacieron grandes artistas dominicanos, museos dedicados a la música y espacios para vivir la experiencia musical en vivo”
Anabel Bueno Santana-DolencEmbajadora de la República Dominicana ante la ONU-Turismo
Con estas estrategias, la República Dominicana no solo potenciaría su turismo, sino que consolidaría a la música como un vehículo de identidad cultural y desarrollo económico, permitiendo que los visitantes se lleven más que recuerdos: una experiencia auténtica y vibrante de su patrimonio musical.
Partiendo de todas estas conclusiones, se puede inferir que la ejecución de un plan nacional debe asegurar no solo la llegada de visitantes y el impacto en el PIB del país , sino también que cada evento respete el medio ambiente, fomente la inclusión social y genere beneficios equitativos para artistas y comunidades locales.
Al final, queda más que evidente que la música late en cada rincón de República Dominicana. Merengue y bachata no son solo ritmos; son memoria, tradición y alegría convertida en movimiento. Cada festival, cada concierto y cada acorde que resuena en las calles —entre tambores, guitarras, güira, y acordeones— constituye una ventana abierta al patrimonio cultural del país. Una experiencia que no solo enriquece al visitante, sino que también refuerza la identidad local.
Incluso en paredes europeas, aparecen murales con figuras estáticas con rostros que rebozan dominicanidad y que invitan a los que las observan a bailar o a escuchar la música que nos identifica con cada instrumento.
Los propios turistas confirman el efecto que les ha dejado la música dominicana. Franchesco Cena, turista italiano y Francisco Javier González Pariente, turista español, visitan con frecuencia este rincón caribeño.
Ellos son quienes, al regresar a sus países, se convierten en testigos de la esencia hospitalaria y rítmica de la isla. Llegan atraídos por su gastronomía, sus recursos naturales, sus playas y montañas, pero es la música la que, finalmente, se queda grabada en la memoria, un sonido que trae los recuerdos de una isla a la que, sin dudas, volverían y donde la felicidad es sinónimo de música: “Cuando bajas del avión, después del bofetón de calor que te da en la cara, lo primero que recibes es música. Pero no solo ahí: en las calles, en la playa, en un colmado o incluso en un semáforo, siempre escuchas música. Un dominicano bailando es un dominicano feliz, y mientras haya música, esa felicidad se contagia… también al turista que visita el país” (Francisco Javier Pariente).

Entrevistas
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Periodistas:
- Ángela Carrasco
- Odalis Castillo
Diseño y edición web:
- Pablo Gamarci
Creación y diseño de portada:
- Yannet Carrasco
Realización de videos y edición:
- Juan Carlos Navarro, Venancio Valbuena, Pablo Gamarci
- José Antonio Rodríguez – Cantautor, poeta y diplomático dominicano. Ministro de Cultura (2012–2016) y Embajador ante la UNESCO (2017–2020), República Dominicana.
- Anabel Bueno Santana-Dolenc – Embajadora de la República Dominicana ante la ONU-Turismo, Madrid, España.
- Jatnna Tavárez – Comunicadora y productora de TV. Productora del proyecto “Que viva el Merengue”, República Dominicana.
- Alberto Sayas – Productor de AZ Films Producciones, República Dominicana.
- Miguel Sang – Economista, profesor en la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra, República Dominicana.
- Paula Simó Tomás – Profesora Ayudante, Doctora en el Departamento de Economía Aplicada, Universitat de València, España.
- Luis Gonzaga Segura – (El Papá de la Bachata) – República Dominicana.
- Venancio Valbuena – Director del medio digital Interbenavente, Benavente, España.
- Encarna Dueñas – Profesora de baile y directora de la Academia Encarna Dueñas. Zamora Benavente, España.
- Kelvin Penaló – Productor de eventos y relacionador público, República Dominicana.
- Francisco Javier González Pariente – Turista español.
- Franchesco Cena – Turista italiano.
- Dominicanos x Europa ( video murales)
- Héctor Farias ( Coreógrafo y director del Ballet Dominicano en Europa)
- Ballet Dominicano en Europa ( Fotografia posada)
Fecha de publicación: 11 de agosto de 2025.
Periodista especializada en comunicación digital, periodismo tradicional y relaciones públicas, con una sólida trayectoria que combina más de 15 años de experiencia en la gestión de contenidos editoriales y recursos humanos.
Es licenciada en Ciencias Humanas, mención Comunicación Social y Periodismo, por la Universidad Autónoma de Santo Domingo (USAD). Posteriormente realizó un postgrado en Relaciones Públicas en la Universidad Católica de Santo Domingo, y en 2013 obtuvo una maestría en Comunicación Digital en la Universidad a Distancia de Madrid (UDIMA).
Desde julio de 2021 se desempeña como periodista y coordinadora de contenidos en la revista Soy Caribe Premium. A partir de 2022, amplió su labor periodística colaborando con el medio Dominicanos X Europa, en el que desarrolla reportajes y entrevistas orientados a la diáspora dominicana en España. A partir de su residencia en España, también colabora como periodista en el medio digital español, Interbenavente.

Odalis Castillo
Periodista, escritora, compositora y productora audiovisual, con más de 20 años de experiencia en la producción de contenidos para televisión y eventos. Tiene estudios de Licenciatura en Comunicación Social por la UCSD y maestría en Comunicación Digital por UDIMA, España y de Libros y Literatura Infantil y Juvenil por la Universidad Autónoma de Barcelona.
En televisión, fue productora del programa Nuria: Investigación Periodística y actualmente produce y conduce el programa de investigación Toda la Verdad y en la radio coordina y conduce Panorama de la Mañana.
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Odalis Castillohttps://www.soycaribepremium.es/author/odalis_castillo/