Flamenco

El flamenco en República Dominicana: escuelas que transforman vidas

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Desde mi primer contacto con el flamenco, me cautivó su energía. Las palmas, el taconeo y la guitarra se entrelazan para contar historias de amor, dolor y alegría. Con cada paso de baile y cada nota musical, se siente la pasión que define este estilo. 

El flamenco es mucho más que un baile; es un arte que lleva siglos contándonos historias. Surgido de la mezcla de culturas en Andalucía, España, este estilo combina canto, baile y guitarra en un lenguaje apasionado y profundo. En sus movimientos y sonidos se manifiestan emociones que, aunque originarias de la península ibérica, han resonado en el corazón de personas de todo el mundo. 

En República Dominicana, el flamenco está encontrando su lugar, creciendo en popularidad y siendo transmitido de generación en generación. A través de academias y centros culturales, este arte ha sido acogido y reinterpretado, adaptándose a los ritmos y colores de nuestra isla. 

A medida que me adentraba en este mundo, descubrí diversas escuelas y academias que enseñan flamenco, cada una con su propio enfoque y estilo. Además del Club Casa de España, la Academia Ballet Concierto, el conservatorio de danzas Alina Abreu y otras academias que imparten este arte, quiero invitarte a conocer dos de las academias que también han dado vida al flamenco en RD, donde la pasión y la dedicación de sus fundadores han hecho que este arte florezca en el Caribe.

Leslie Ricardo: Escuela de Danzas – Flamenco en República Dominicana

En un reciente acercamiento con Leslie Ricardo, directora de una destacada academia de flamenco en República Dominicana, tuve la oportunidad de visitar su escuela, entrevistarla y conocer de cerca su inspiradora trayectoria, así como de conversar con algunas de sus estudiantes. 

La historia de Leslie Ricardo con el flamenco está marcada por la resiliencia. Tras enfrentar obstáculos en su paso, Leslie encontró en el flamenco un espacio donde podía brillar. «El flamenco me atrapó desde el primer momento. Es una danza que permite contar historias con fuerza y pasión, y eso me hizo sentir libre», compartió.

Su escuela, además de enseñar técnicas rigurosas, se centra en cultivar el amor propio y el entendimiento profundo del arte. «En el flamenco, todo tiene un sentido; cada paso y cada canto cuentan algo. Por eso, no solo enseñamos movimientos, sino también la historia y el significado detrás de ellos», explicó Leslie.

Un hito importante para su academia fue ser contactada para ser sede de la Escuela Flamenco Andalucía, un reconocimiento que resalta la calidad y compromiso de su trabajo en el país. Esto muestra que en República Dominicana el flamenco no solo se baila, sino que se vive con la misma pasión que en su lugar de origen.

Leslie también ve el flamenco como un puente para conectar culturas y generar visibilidad internacional. A través de sus clases y presentaciones, busca inspirar a sus estudiantes a explorar su creatividad y construir su confianza en cada movimiento.

Su enfoque único no solo enseña técnica, sino que permite a las estudiantes encontrar una forma de expresión profunda y significativa.

«A veces tengo una situación demasiado abrumadora, y cuando bailo puedo escapar a otra realidad donde me expreso libremente y nadie me juzga», compartió una de las jóvenes estudiantes, destacando cómo el flamenco se convierte en un refugio emocional.

Para otras, la conexión es cultural y emocional. «El flamenco es un arte muy expresivo y requiere entrar en la música, darle sentimiento; si no, no transmite nada», comentó una apasionada alumna que ve en este baile una forma de transformar sus emociones en arte.

Además de la pasión, también resalta el poder del flamenco para cambiar perspectivas personales. Una estudiante admitió: «Antes de empezar, no bailaba nada, ni merengue. Pero ahora siento que puedo, y eso cambió la forma en que me veo a mí misma».

La escuela de Leslie Ricardo no solo enseña flamenco; forma personas que, a través de este arte, encuentran fuerza, confianza y una forma única de comunicarse con el mundo.

El Tablao de Paquita

El Tablao de Paquita, liderado por la maestra Paquita Acosta, se inspira en los tablaos españoles tradicionales, pero con un toque cercano y auténtico propio de Santo Domingo. Paquita, titulada en el Real Conservatorio de Madrid, combina rigor técnico con una calidez humana que se refleja tanto en las clases como en las presentaciones.

Durante una reciente conversación, Paquita enfatizó cómo el flamenco en su academia no es solo un baile, sino una experiencia transformadora. «El flamenco es salud en todos los aspectos. He visto a estudiantes encontrar en este arte una forma de terapia y de expresión que mejora tanto su bienestar físico como emocional», explicó.

Uno de los momentos más emotivos que compartió fue cuando, pese a enfrentarse a una enfermedad antes de una presentación en el Teatro Nacional, logró inspirar y motivar a sus alumnas. » Dios me dió fuerza y con mi alegria y actitud, fui camerino por camerino derrochando mi alegria y energía como yo siempre soy, y todo el mundo contento y la función fué un éxito”.

Además, El Tablao de Paquita ofrece un espacio único donde profesionales y aficionados pueden experimentar el flamenco en su máxima expresión, desde las técnicas más depuradas hasta la improvisación en escena.

El crecimiento del flamenco en el país es un recordatorio de que, aunque nuestras raíces culturales sean distintas, la danza y la música tienen el poder de unirnos y ayudarnos a contar nuestras propias historias, con la fuerza y la pasión que caracterizan a este estilo tan único.

Mariangel González

Estudiante de Comunicación Corporativa de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM)



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