Leonardo Padura y el Cuba Punch de Mario Conde

Leonardo Padura y el «Cuba punch» de su personaje Mario Conde: ron, desengaño y literatura

Tiempo de lectura estimado: 3 minutos

Leonardo Padura escribe desde La Habana sin filtros ni retórica turística. No inventa una Cuba luminosa ni una Cuba arrasada: escribe la Cuba que queda cuando las consignas se apagan, los héroes envejecen y la realidad exige otra forma de fe.

Su detective Mario Conde bebe ron no para celebrar, sino para pensar. No es un trago decorativo, es un método de lucidez: un vaso de Cuba Punch al final del día, cuando la amistad es refugio y el futuro —como el hielo— se derrite demasiado rápido.

 

Leonardo Padura

Leonardo Padura

 

Leonardo Padura

Nacido en La Habana, Cuba, en 1955. Escritor, periodista y guionista. Una de las voces más importantes de la literatura cubana contemporánea, traducido a más de 30 idiomas, Premio Princesa de Asturias (2015).

Nació en Mantilla, estudió literatura latinoamericana y trabajó como periodista antes de dedicarse por completo a la ficción.

Su obra no mira Cuba desde la nostalgia del exilio, sino desde la complejidad de quien sigue viviendo en ella: conoce la carencia, la resistencia, las rebajas ideológicas, el humor como trinchera y la memoria como herida.

Leonardo Padura

 

Mario Conde: ron, humo y desilusión lúcida

Mario Conde es su personaje más célebre: un policía que no quería ser policía, un lector frustrado, un escritor que no escribió, un cubano que “arrastra una melancolía” que no se cura ni con seguridad ni con ideología.

Fuma tabaco negro, bebe ron fuerte, compra y vende libros viejos, persigue crímenes que siempre terminan hablando del país, no solo de los culpables.

 

Mario Conde en La Habana

Ilustración de Mario Conde, el personaje de Leonardo Padura en el malecón de en La Habana

 

Conde no es un héroe: es un testigo. Y por eso bebe. No para olvidar, sino para resistir.

“El ron no resuelve nada, pero ayuda a que duela menos”
—Mario Conde (Padura)

 

Obra recomendada: «El hombre que amaba a los perros» (2009)

Una de las novelas más importantes escritas en español en lo que va de siglo XXI. Padura reconstruye la historia del asesinato de Trotski, pero lo hace desde Cuba, desde la vida de un hombre común que descubre la violencia política detrás de los discursos y la tragedia que dejó el estalinismo en las vidas reales.

 

 

Portada del libro "El hombre que amaba a los perros"

Portada del libro «El hombre que amaba a los perros»

 

Es una novela sobre la mentira, el miedo, la traición, el desencanto y la pérdida de utopías. ¿Por qué leerla?

Porque Padura demuestra que la literatura policial puede convertirse en novela histórica, moral y existencial sin perder ritmo ni tensión. Porque la historia no está muerta: sigue respirando en quienes cargan con ella. Porque Cuba no se entiende sin su relación con los discursos que la construyeron… y la rompieron.

 

Leonardo Padura presenta su novela en el bar Yarini, de La Habana

Leonardo Padura presenta su novela en el bar Yarini, de La Habana

 

Cuba real / Cuba literaria

Cuba no se divide entre la postal turística y el discurso político: existe una tercera Cuba, la que aparece en Padura.

Una isla donde la amistad salva más que la ideología. Donde la música, el humo del tabaco y el ron sirven para conversar lo que no se puede decir en voz alta.

No es la Cuba del exiliado ni la Cuba del panfleto: es la Cuba que sigue viviendo mientras espera un después que nunca llega.

 

Leonardo Padura en el malecón de La Habana

Leonardo Padura en el malecón de La Habana

 

Cóctel: Cuba Punch (el mismo que toma Mario Conde)

 

Cuba Punch de Mario Conde

 

No es un cóctel de hotel, sino de barra discreta, vaso pesado, ron oscuro y conversación sin prisa.

Ingredientes (1 vaso bajo):

  • 50 ml de ron añejo cubano
  • 15 ml de zumo de limón fresco
  • 1 cucharadita de azúcar moreno
  • 1 cubo grande de hielo o hielo picado
  • Opcional: un toque de angostura o una rodaja de naranja muy fina

Preparación:

  1. Mezcla el ron con el azúcar en el vaso hasta que se disuelva.
  2. Añade el limón y el hielo.
  3. Remueve sin prisa: este no es un trago para impresionar, sino para acompañar una conversación.
  4. Decoración mínima: una piel de limón o un golpe de naranja, nunca pajita, nunca adornos artificiales.

Servicio sugerido: vaso old fashioned, luz baja, música de fondo (“merengue viejo o bolero triste”), un libro cerca, una queja irónica y un amigo que no pregunte demasiado.

 

Brindis

Por los escritores que escriben desde dentro, cuando la distancia no existe y la crítica no tiene pasaporte.
Por quienes bebieron no para olvidar su país, sino para soportarlo con dignidad.
Por los que siguen apostando por la amistad y los libros cuando la esperanza envejece.

Sirve un Cuba Punch, abre «El hombre que amaba a los perros» y brinda por los que todavía creen que la verdad puede contarse sin dejar de amar lo que duele.

Salud, Leonardo.

 

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Te invitamos a leer la entrevista exclusiva a Leonardo Padura, en esta revista Soy Caribe Premium

Leonardo Padura: La Niza del Caribe

 

 

Pablo Gamarci Bernard

Redactor.   Viajero. Webmaster de la web. Diseñador gráfico y editorial, edición de audio y video. Miembro de ACPI (Asociación de Corresponsales de Prensa Iberoamericana).



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