30 Dic Cómo empezar el año en tiempos de pandemia
Entremos en el 2021 como se merece. La situación en la que vivimos actualmente es dura y parece salida de una novela futurista.
Las emociones que sentimos no son solo por el virus que nos rodea y por la preocupación de contagiarnos, sino también por todas las situaciones en las que hemos visto limitadas nuestras libertades. A esto hay que sumarle el tiempo que llevamos en estas dificultades que parece que no acaban nunca.
Y para colmo, tenemos que pasar las próximas navidades lejos de nuestra familia o con un límite de personas para el cuidado propio y de los nuestros
Pero también es cierto que si hay algo que caracteriza al ser humano es la creatividad, y ante los posibles problemas encuentra soluciones con las que llevar la situación lo mejor posible.
Podemos encontrar espacios, donde dentro de los cuidados pertinentes, podamos disfrutar recibir un nuevo año, haciéndolo lo más divertido y ameno posible. Debemos llevar lo que queremos en estas fiestas a las circunstancias actuales, sin tener que dejar de lado toda la diversión.
Que haya un límite de personas para reunirnos no implica que tengamos que pasar las fiestas solos. Podemos juntarnos con aquellos con quien más deseemos pasar este año nuevo.
Para algunos serán algunos familiares, para otros serán amigos, pero la compañía nos puede hacer olvidar por unos días la situación y evadirnos con unas buenas risas.
Nada de quedarse en pijama porque este año no habrá esa gran fiesta que se prolonga hasta las tantas de la madrugada.
Dediquémonos un tiempo a nosotros mismos, a mimarnos y arreglarnos de la manera que más nos guste, pero que sea algo especial para conmemorar esta noche que seguro recordaremos (al menos por las circunstancias excepcionales que la rodean).
Ya que el plan de quedarse de bares hasta que amanezca va a ser imposible este año, podemos sacar a relucir nuestra creatividad e inventar un nuevo plan donde pasarlo bien.
Habrá quien decida escapar a una pequeña casa rural, quien planee una noche de juegos en familia, o bien quien decida dejarse llevar en la conversación que vaya surgiendo esa noche.
La comilona no puede faltar tampoco este año. No tienen por qué ser esos platos que llevan horas en la cocina, pero sí que sea digno de ser disfrutado de principio a fin. Hasta la cocina más sencilla y económica puede ser degustada con placer.
Y por supuesto, nada nos impide seguir con las tradiciones anuales donde los deseos para el próximo año y ponerse algo rojo no puede faltar.
Es importante resaltar que aun a pesar de esta actitud positiva tenemos derecho a momentos de frustración y tristeza por la distancia de los nuestros o por la pérdida de las condiciones que hacen la navidad una época entrañable y para disfrutar.
Permitirnos cualquier emoción que surja es sano, y nos libera de las imposiciones que a veces nos hacen la realidad aún más dura.
Todo pasará, y lo que está en nuestra mano es dar la bienvenida al nuevo año como mejor podamos dentro de nuestras posibilidades.
Dicho todo lo anterior solo queda desear a todo el mundo unas fiestas lo más amenas posibles, y…
¡Feliz año a todos!