21 Jun Isabel Piñero, Vicepresidenta de Comunicación y Marketing de Grupo Piñero
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A Isabel Piñero le gusta transmitir su esencia y profesionalidad en lo que representa, vive y hace. Trazar estrategias creativas que satisfagan las necesidades de sus clientes, es su especialidad dentro del Grupo Piñero, una empresa familiar que tras 40 años de servicio, se ha convertido en un referente turístico internacional y de la que ella es Vicepresidenta de Comunicaciones y Marketing.
Objetivos satisfechos, trabajo en equipo y supervisión activa, son algunas de las tareas auto impuestas con entusiasmo, que irremediablemente plasman “una estampa de calidad” a su paso.
Con tres hoteles situados en dos de las zonas más emblemáticas y conocidas de la isla de Mallorca, además de Bahía Príncipe Clubs & Resorts, con instalaciones hoteleras en Tenerife, República Dominicana, Riviera Maya y Jamaica, el Grupo Piñero es sinónimo de éxito.
Su cadena hotelera “Bahía Príncipe”, es líder en número de habitaciones en República Dominicana, con más de 6,000 llaves en el país; una representativa fuente generadora de empleos, especialmente para la zona de Samaná. En “Playa Nueva Romana” tienen además, uno de los proyectos turísticos inmobiliarios con mayor estándar y modernidad a nivel local.
Tras dos décadas en esa isla caribeña, Isabel hace remembranza de lo que para el grupo empresarial ha representado el logro de tantas conquistas. Además, nos cuenta sus experiencias junto a uno de los empresarios hoteleros más destacados de España y el Caribe, Pablo Piñero, su padre.
Isabel Piñero
SOY CARIBE. ¿Cuándo te percataste de que querías seguir el camino de tu padre Pablo Piñero?
ISABEL PIÑERO. Desde que iba al colegio. No tenía ninguna otra vocación, sólo sabía que quería estar en el negocio familiar, independientemente de lo que fuera y mis dos hermanas también, así que hicimos los estudios y luego nos incorporamos a trabajar.
Nosotras intentamos seguir los pasos tanto de mi padre, como de mi madre, que ha sido un gran apoyo para todos nosotros y la verdad que ha sido un camino difícil, pero estamos muy orgullosas de lo que hemos alcanzado.
SC. ¿Qué has aprendido de él?
IP. Muchas cosas. Sobre todo la valentía que siempre ha demostrado en su toma de decisiones, que en la vida hay que arriesgarse y sobre todo estar muy encima del negocio.
Recuerdo que cuando llegamos hace 20 años a Río San Juan, en la zona norte de República Dominicana, aquello parecía una selva, porque todo estaba concentrado en Puerto Plata y mi padre, muy valiente, dijo: “aquí vamos a hacer el primer hotel”. Mis hermanas y yo nos miramos y dijimos: “pero si aquí no hay nada” y allí construimos el Bahía Príncipe San Juan, que fue donde se inició la marca y hoy ya son 12 hoteles.
SC. ¿Fue difícil ganar tu actual puesto y la confianza en tu capacidad profesional para desempeñarlo?
IP. La verdad es que ha sido un gran esfuerzo, sobre todo para demostrar a mi padre y al equipo que formaba la compañía que éramos capaces y que aún lo somos, ya que él sigue al frente de todo trabajando como el primer día.
Pero esa fue una parte que él hizo muy bien, porque empezamos desde cero, estuvimos por cada uno de los departamentos y aprendimos de todo. No empecé siendo directora, formé parte de un equipo y con ellos he ido creciendo.
Isabel Piñero junto a sus hermanas Encarna (centro) y Lydia (derecha)
SC. Y en cuanto a tus hermanas Lydia y Encarna, ¿cómo ha sido la experiencia de trabajar juntas?
IP. Excelente. Nos llevamos muy bien, tenemos muy definido que área lleva cada una y como tenemos un carácter muy diferente, nos complementamos muy bien. Esa unión familiar ha sido parte del éxito del grupo y es lo que intentamos transmitir a las personas que trabajan con nosotros. Intentamos ser muy cercanos, un poco como somos en nuestra familia.
SC. Ahora que la cadena Bahía Príncipe celebra su vigésimo aniversario, ¿cómo definirías estos años en el territorio dominicano?
IP. Han sido 20 años de mucho esfuerzo y trabajo, pero hemos aprendido muchísimo y sobre todo hemos sabido disfrutar de cada momento.
Personalmente creo que nuestro mayor logro ha sido crear la identidad propia de nuestra marca. Cuando hablas de Bahía Príncipe la gente piensa en vacaciones, en lujo y exclusividad a precios asequibles, en destinos de playas, naturaleza y diversión, en la buena atención, el cariño y la sonrisa del personal. Por eso nuestro reto es mantener la apuesta por la calidad, respetando los valores de una empresa familiar.
SC. ¿Qué vieron en República Dominicana que los motivó a construir 12 hoteles y una comunidad residencial privada?
IP. Que es un destino maravilloso, con un clima fantástico y una gente extraordinaria. Pero además de ser un paraíso natural, es una potencia turística internacional muy asentada. Su estabilidad política, la confianza en el turismo y su apuesta por atraer inversión extranjera mejorando las infraestructuras, han sido fundamentales.
El presidente del Grupo, Pablo Piñero, acompañado por su esposa e hijas en la celebración del XX aniversario de los hoteles Bahía Príncipe.
SC. ¿Seguirá la expansión?
IP. Sí. Seguimos confiando mucho en la proyección de República Dominicana, todavía tiene mucho recorrido. Ahora también estamos en Jamaica y en la Riviera Maya. Para el 2016 esperamos poder abrir en Aruba, otro destino del Caribe y también nos mantenemos a la expectativa con Cuba.
SC. ¿Qué pueden esperar los turistas que visiten Bahía Príncipe en el Caribe?
IP. Pues vivir una experiencia vacacional a flor de piel. Bahía Príncipe es la cadena hotelera especialista en la felicidad, con un modelo emocional, de experiencias, de sensaciones, de cercanía en el servicio y de amabilidad.
La cadena consigue maximizar la felicidad auténtica de todos nuestros huéspedes, provocándoles sentimientos bellos e intensos, gracias a la superación del lujo a través del cuidado minucioso en sus detalles (los que se ven, y los que no, pero se sienten), de apostar por un ambiente de naturalidad, sin comparación, y ofrecer una inmejorable relación calidad-precio.
SC. Finalmente, si tuvieras que elegir un lugar en el Caribe, ¿cuál elegirías y por qué?
IP. Uff… ¡Qué difícil! Depende del momento en que me encuentre, pero así rápidamente, me iría a Samaná, en República Dominicana. ¡Es un destino espectacular!