República Dominicana enfocada al “trabajo decente” y al mercado laboral inclusivo

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Ministro de Trabajo: “Dentro de la propuesta de Pacto Social por salarios reales dignos y trabajo decente, nos planteamos un objetivo: que el salario mínimo sea suficiente para cubrir el costo de la canasta básica familiar”.

La República Dominicana presentó sus credenciales ante la 346 Reunión del Consejo de Administración de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), evento realizado en Ginebra, representación que recayó en el Ministro de Trabajo, Luis Miguel De Camps García, quien desarrolló una apretada agenda que incluyó, además, a España.

El ministro De Camps destacó que el objetivo de este cónclave es afianzar las relaciones en materia de empleabilidad y seguridad social, que posibilitarán más apoyo e involucramiento de organismos multilaterales y bilaterales entre la República Dominicana y otros países.

El máximo representante dominicano ante el sector laboral apuntó que la seguridad y la salud en el trabajo fue un aspecto relevante que logró convertirse en un convenio. “Esta era una de las tareas pendientes. Llevar la seguridad y la salud en el trabajo a niveles fundamentales que tomó aún más realce a propósito de la pandemia, especialmente lo que a salud psicosocial se refiere, por las nuevas formas de trabajar”, destacó el ministro De Campos. A este respecto, añadió que, la desconexión del trabajo nunca se produjo, y los efectos de salud psicosocial se comenzaron a ver en todo el mundo, sobre todo después de la pandemia. Ese fue uno de los últimos empujes que se lograron materializar en este año y a los que la Reunión de la OIT dio seguimiento.

El Ministro de Trabajo enfatizó que en la República Dominicana se está reconociendo el derecho de los trabajadores, así como el cumplimiento de obligaciones legalmente asumidas en el país, como es el caso de la formalización del trabajo doméstico, el que representa a más de 245 mil trabajadores. “No existía un mecanismo formal en esa relación laboral y gracias al diálogo, ya existe una vía”, anotó.

Uno de los elementos destacados de la participación del Ministro de Trabajo ante la OIT, se refiere a la importancia de normar las relaciones laborales en la economía de plataformas, aspecto que forma parte de la agenda del organismo internacional desde hace varios años. En ese sentido, el ministro De Camps destacó que las relaciones laborales fueron transformadas con el desarrollo de las tecnologías de la información, pero que las normativas de esas nuevas realidades de trabajo no existen, lo que ocasiona efectos adversos al sector laboral. “Los efectos inmediatos son la desprotección, tanto del trabajador como del empleador. Otro de los efectos más preocupantes es que la falta de normativas para formalizar ese trabajo de plataformas, fomenta la informalidad. Eso significa que los sistemas de seguridad social de todos nuestros países corren un riesgo: si no hay trabajo formal y cada vez se fomenta la informalidad, los sistemas de seguridad y protección social se debilitan”, analizó el incumbente de Trabajo.

Ponderó que esa situación debe enfrentarse con carácter de prioridad para que no desencadene en una crisis. A tales propósitos, el consenso de la OIT identificó un programa relativo al ecosistema de productividad, que va alineado con iniciativas que se están desarrollando en la República Dominicana respecto a la conformación de un Pacto Social por un salario real y digno, así como por un trabajo decente.

El concepto de trabajo decente -y así lo explica el De Camps- se refiere a la relación laboral en donde existe un buen clima de trabajo entre trabajadores y empleadores, y en el que ambas partes respetan sus derechos y cumplen con sus respectivas obligaciones, existiendo un nivel salarial que permite la vida digna del trabajador y su familia. En ese sentido, el titular de Trabajo resaltó que el trabajo decente establece el cumplimiento de las jornadas, logrando un esquema de entendimiento entre empleadores y trabajadores que permita a estos últimos maridar adecuadamente la vida laboral y la vida familiar, en donde se respete el derecho a la desconexión.

El trabajo decente influye en los mercados inclusivos, pues toma en cuenta la economía solidaria, la inclusión de la comunidad como beneficiario y la productividad del trabajo. De ahí que el máximo representante de las relaciones laborales de la República Dominicana y la OIT han estado conversando para declarar un acuerdo de intención encaminado a la ampliación de los programas de apoyo de ese organismo internacional a la República Dominicana.

“Hemos hecho un análisis del comportamiento del salario mínimo y el salario promedio de nuestro país en los últimos 22 años. Hay algunos salarios mínimos sectorizados que, incluso antes de la inflación causada por la guerra entre Ucrania y Rusia, se encuentran por debajo del poder adquisitivo del año 2000. Eso no es adecuado ni sostenible. El país ha tenido niveles importantes de crecimiento económico, pero no hemos sido capaces como nación, de transferir ese crecimiento al desarrollo humano. Cada vez que ha sido atendida la revisión salarial, se ha hecho en base a las realidades del momento y a las inflaciones acumuladas; pero la recuperación del poder adquisitivo, sobre todo después de la crisis financiera del 2003-2004, ha sido paulatina y no se ha podido lograr el cometido. Por ejemplo, el salario mínimo más alto de nuestro país se encuentra por debajo del costo de la canasta básica familiar. El gobierno del presidente Abinader ha sido muy claro y enfático en establecer un objetivo de salario real digno para los trabajadores, sobre todo del sector privado”, acotó el ministro De Camps.

De Camps aclaró que el Gobierno está ocupado en garantizar que la calidad de vida de los dominicanos no se afecte negativamente. Para ello, una de las acciones aupadas por el presidente Abinader ha sido subsidiar los precios de los combustibles, factor fundamental para evitar que el efecto inflacionario se salga de control. De hecho, el ministro de Trabajo destaca que, comparado con países de la región, la República Dominicana tiene un comportamiento ejemplar con respecto al efecto inflacionario.

“La región iberoamericana no está en una buena situación en cuanto a sus índices macroeconómicos como lo está la República Dominicana. De hecho, hace un par de semanas se publicó un estudio en donde se preveía que el 2023 sería un año de recesión para varios países, pero en esa lista no estaba incluida la República Dominicana. Esto así porque los niveles de inflación han ido cediendo más rápido que en otros países. Hemos tenido la capacidad de construir las reservas financieras más altas de la historia de la República Dominicana y, actualmente, de Latinoamérica. Eso significa seguridad, estabilidad y, consecuentemente, un imán que atrae inversiones acompañado con crecimiento económico y desarrollo humano. Dentro de la propuesta del pacto social por salarios reales dignos y trabajo decente, nos planteamos un objetivo: que el salario mínimo sea suficiente para cubrir el costo de la canasta básica familiar”.

Durante la reunión de la OIT, se hizo evidente que el desarrollo económico ha dejado a un lado a las personas. En ese orden, el foro prestó atención al diálogo social como herramienta para la construcción de economías sostenibles y empleos verdes. Para los representantes que participaron en la Reunión, el diálogo social es una obligación moral para la construcción de consensos, lo que garantiza la identificación de soluciones sostenibles. “En cuanto a empleos verdes se refiere, es decir, el que reduce la utilización de las energías no renovables, la República Dominicana asumió retos importantes respecto a la reducción de emisiones de gases de efectos invernaderos y uso de energías basadas en hidrocarburos para una gestión empresarial verde y amigable”, señaló el ministro de Trabajo.

En cuanto al fomento de empleos verdes, el ministro De Camps observó que en Latinoamérica hay 78 millones de trabajos que pueden ser transformados a empleos verdes, en áreas como la bioeconomía (ganadería, agricultura, turismo, construcción, transporte, minería). Respecto a estos empleos, añadió que según estudios realizados, la República Dominicana tiene un gran potencial con los empleos verdes, solamente superado por los Estados Unidos y Alemania. “Eso significa que, si lográsemos transformar toda la potencialidad de empleos verdes en una realidad, estaríamos hablando de más de 400 mil empleos transformados, lo que significaría cerca del 12% de la totalidad de empleos en el sector privado”, puntualizó.

De Camps resaltó, además, que muchos trabajos actuales con potencialidad de ser transformados a empleos verdes, tienen retos de inclusividad, porque están relacionados con áreas como las ciencias y las tecnologías. “Actualmente, menos de la tercera parte de esos empleos son desarrollados por mujeres, y apenas el 20% de los estudios en esas áreas son asumidos por mujeres. Si queremos lograr a través del diálogo social, la construcción o transformación a empleos verdes con inclusividad y con atención al desarrollo comunitario, se deben ejecutar acciones coordinadas en diferentes frentes; por un lado, la inversión, porque requiere de recursos tanto directos del sector privado como financiamientos del sector público; y, por otro lado, coordinación en la capacitación del recurso humano para ocupar esos empleos. Las ventajas de las crisis es identificar las oportunidades”.

El tema del turismo es un eje primordial que también ocupó un espacio importante en la reunión de la OIT. En lo que concierne a la República Dominicana, país con un sitial privilegiado en materia turística, el ministro De Camps hizo mención del esfuerzo que el Gobierno dominicano, a través del Ministerio de Trabajo, despliega en ese renglón. Destacó que el repunte positivo de ese sector se materializó con apenas dos meses de gestión del actual gobierno presidido por Abinader, cuando estableció una línea clara con el tema de la pandemia y las vacunas. En esa dirección, el Ministerio de Trabajo emitió la resolución para la creación de la burbuja sanitaria laboral en el ámbito turístico en octubre del 2020, lo que permitió el relanzamiento del sector. “Se creó un mecanismo junto con el Ministerio de Turismo para lograr esa apertura, asistiendo a los empleadores para reabrir los aeropuertos. Esa burbuja sanitaria laboral permitió que el trabajador que estaba cesante casi ocho meses, se pudiera reactivar. El Programa Fase Turístico de ayuda al trabajador, se prolongó hasta el 2021”.

Además de ese empuje asistencial, De Camps destaca la capacitación a través de vínculos con los empleadores. A través del Servicio Nacional de Empleo, el Ministerio de Trabajo logró conectar las demandas del mercado laboral en el área turística con las personas que buscaban empleo, todo de forma gratuita. “Afortunadamente, en el sector turístico siempre ha habido requerimiento de recursos humanos y hemos aprovechado esa coyuntura para ayudar a conseguir empleo a esos trabajadores. Fue un gran reto luego de la pandemia. En Estados Unidos, por ejemplo, hubo una escasez de mano de obra para una cantidad también importante de empleos, porque en esa sociedad, algunos entendieron que era preferible seguir aprovechando algunas asistencias y redirigir sus esfuerzos a la capacitación para lograr empleos de otro nivel. En el caso dominicano, trabajadores de la zona turística del Este, por ejemplo, retornaron a sus pueblos de origen y algunos se convirtieron en micro emprendedores o redirigieron sus esfuerzos a otras áreas, porque el costo de la vida en las áreas geográficas del Este profundo es un poco más elevado que en otros lugares”, puntualizó el ministro De Camps.

El Ministerio de Trabajo se empleó a fondo, junto con los sindicatos de trabajadores y asociaciones empresariales de turismo, a identificar vacantes en capacitaciones y perfiles laborales. Se menciona la 1ra. Feria Especializada de Empleo realizada en cinco provincias en enero del 2022, con una propuesta laboral de alrededor de 3,600 vacantes, logrando satisfacer la demanda. La institución ha establecido alianzas con el INFOTEP, con el objetivo de ofrecer programas de capacitación para un empleo inclusivo en el sector turístico.

El Ministro de Trabajo recalcó el hecho de que uno de los sectores económicos que pueden transformarse en empleos verdes y que es ocupado mayoritariamente por mujeres, es el turismo. Esta incidencia de la mujer en el área turística ha demostrado que quienes tienen un conocimiento funcional del idioma inglés se encuentran por encima de la línea de progreso. De ahí que el ministro De Camps justifica esa predominancia de la mujer, analizando que, para el sector turístico, el idioma es fundamental. “Más del 60% del estudiantado en diferentes áreas del conocimiento, son mujeres”, precisa el ministro.

La fuga de cerebros es otro de los temas vulnerables en el ámbito laboral dominicano, un aspecto que el Ministro de Trabajo definió como común en países que comparten características similares, y que solo resulta preocupante cuando los niveles migratorios son muy elevados. El ministro De Camps subrayó que es un fenómeno sistémico y de larga data, del que considera como causa principal, la desconexión entre las propuestas de desarrollo y las económicas en el sector público, las cuales impiden la generación de empleos con los perfiles requeridos y la formación maridada con esas necesidades. Agregó que la institución que dirige ha estado fortaleciendo el Observatorio del Mercado Laboral, para tener la capacidad de hacer los análisis prospectivos de empleos que sirvan de base a instituciones como el Ministerio de Educación Superior, Ciencia y Tecnología, el Ministerio de Educación, el INFOTEP y otras instituciones responsables de la formación, para definir cuáles son las carreras que se deben fortalecer. “La capacitación tiene una función social para el empleo y para el desarrollo económico y familiar. Hay un desfase histórico y estamos trabajando para corregirlo”, dijo el ministro De Camps.

 

Noviembre 05/2022



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