05 Feb Manuel Antonio Sánchez Arias: Esfuerzo y honestidad claves en su éxito comercial
Manuel Antonio Sánchez Arias | Carnicero, propietario de la carnicería, frutería y pescadería Los Dely, en el Mercado de Maravillas | Azua, República Dominicana
La historia de Manuel Antonio Sánchez Arias ha demostrado que el trabajo y la honestidad han sido parte de sus herramientas para lograr el éxito en tierras extranjeras. Su experiencia como carnicero en la República Dominicana lo había preparado para emprender su propio negocio en España. No obstante, no fue un camino sencillo. Comenzó como empleado en un mercado, aprendiendo los matices de los cortes de carne en España, diferentes de los que conocía en su tierra natal. Pero Manuel no se amilanó; en cambio, se dedicó con entusiasmo a aprender y mejorar su oficio.
La transición de empleado a empresario no fue menos desafiante. Asumió la responsabilidad financiera de su negocio y trabajó incansablemente para hacerlo crecer. Los primeros meses fueron difíciles, pero su sueño y el respaldo de los dominicanos fue fundamental y lo mantuvieron enfocado en sus objetivos. La solidaridad entre sus compatriotas se refleja en la promoción que le brindaron, recomendándole a nuevos clientes con orgullo: «¡Mira, ese es mi paisano!» se convirtió en su carta de presentación, atrayendo a una multitud de personas que buscaban sus productos y su amable trato. De esta forma, con el paso del tiempo, no solo se convirtió en dueño de su propia carnicería, sino que también dirige un equipo de más de 16 personas. Los Dely, su carnicería, frutería y pescadería, se ha convertido en un referente en el Mercado de Maravillas en Madrid.
Manuel Antonio Sánchez Arias no olvida sus raíces y valora enormemente el apoyo de su comunidad. Su mensaje para los dominicanos que están en proceso de integración en Madrid es claro: vengan con la mentalidad de crecer, sean positivos y luchadores. A pesar de los desafíos iniciales, les insta a esforzarse y aprovechar cualquier oportunidad que se presente en la vida. La familia y el país de origen pueden estar lejos, pero la búsqueda de una vida mejor vale la pena.
Sin embargo, su historia va más allá de los logros comerciales. Reconoce la importancia de demostrar con el buen ejemplo que los dominicanos pueden destacar en cualquier lugar del mundo. Su carnicería es mucho más que un lugar donde se vende carne; es un símbolo del triunfo del espíritu emprendedor y del poder de la perseverancia.
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