Por Ángela Carrasco y Odalis Castillo
Yo recomendaría esta experiencia a todo el mundo, es enriquecedora”; “Todos los días es una aventura única e irrepetible”; “Los niños vienen a ti y te abrazan, es una sensación maravillosa.
Estas frases son solo algunas de las que resaltan en los testimonios expresados por muchos de los voluntarios que han experimentado la oportunidad de ser turistas solidarios a través de Adventure Volunteer, una ONG española que dentro de sus destinos promueve a la República Dominicana con esta opción de turismo innovadora y gratificante.
Esta es solo una de las organizaciones que han elegido a este destino caribeño para ofertar unas vacaciones en donde el turista puede disfrutar de la belleza del patrimonio natural del país, y al mismo tiempo colaborar para mejorar las necesidades más relevantes de las comunidades donde se hospeda.
Y es que la solidaridad es un valor que cada vez es más necesario para la humanidad, más aún en estos tiempos. Dar un poco de lo que se tiene, compartir con otros, no solo bienes materiales, sino también conocimientos, experiencias, puede llevar a encontrar parte de la esencia de vivir, que combinada con el conocimiento y el disfrute de algún destino turístico, convierte al turismo solidario en un binomio más que interesante.
El turismo solidario y sus diferentes formas, es una nueva tendencia del turismo como fenómeno social, cultural y económico, que transforma tanto al ciudadano del mundo que decide turistear de esta manera, como a la comunidad que lo recibe.
Solo hay que entender que el turismo de manera general tiene un alto impacto en la vida social de los ciudadanos y en los países donde se oferta, que se traduce en un intercambio que propicia un gran impacto en aspectos tan importantes como el medioambiental, sociocultural, y por supuesto, el económico.
El grupo de investigación multidisciplinar español en turismo, Ostelea, explica a este tipo de turismo como nueva vertiente del turismo que no es más que un tipo de viaje cuyo objetivo principal es el de ayudar al desarrollo de una zona o región específica que el turista selecciona de acuerdo a su preferencia, en la que el viajero realiza actividades de cooperación que contribuyen con la mejora de la calidad de vida de los habitantes de la comunidad visitada, lo que favorece directamente al desarrollo del turismo sostenible. Para esta misma escuela, el concepto de sostenibilidad consiste en una forma de ver y entender el turismo desde una perspectiva de protección y cuidado de las áreas turísticas en las que se desenvuelve, respetando al patrimonio cultural y natural, además a las personas.
Está más que claro la importancia actual de esta manera de concepción turística, tanto así que la Organización de las Naciones Unidas (ONU), declara el año 2017 como el Año Internacional del Turismo Sostenible para el desarrollo.
Según datos de la Organización Mundial del Turismo, OMT, el turismo es una de las mayores industrias globales, representando la décima parte del Producto Interno Bruto (PIB) y del empleo en el mundo. Sólo en el 2019 este sector tuvo un avance de un 3,8%, frente al año anterior, alcanzando los 1,500 millones de viajeros en el mundo. Durante el inicio de la pandemia del Covid-19, estos indicadores bajaron, impactando la fuente de trabajo de muchos hombres y mujeres, sobre todo en los países en vía de desarrollo.
Para este importante organismo institucional, el turismo mundial registró su peor año en 2020, con una caída de las llegadas internacionales de un 74%. Pero como se ha visto a través de los diferentes medios de comunicación, este tiempo pandémico no ha destruido la voluntad solidaria de la humanidad para combatir el Covid y otros diferentes males que abruman al mundo. Tal situación ha quedado expuesta a través de la información proporcionada por la Internacional Labour Organization, que indica que, pese a no existir estimaciones mundiales del número de personas que realizaron trabajos voluntarios generales ese año, solo en los meses más álgidos de pandemia (abril y marzo), la búsqueda en Google de la palabra “voluntariado”, en diferentes idiomas, presentó los valores más altos respecto a los últimos cinco años.
En el contexto de la Agenda 2030 y sus 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible, propuestos por la ONU, el turismo solidario tiene una importancia cardinal, en ámbitos tan claves como el crecimiento económico inclusivo y sostenible, la inclusión social, el empleo y reducción de la pobreza, el uso eficiente de los recursos, la protección ambiental y el cambio climático, los valores culturales, la diversidad y el patrimonio, la comprensión mutua, la paz y la seguridad.
En las propias palabras del secretario de esta organización, Zurab Pololikashvili, respecto a la solidaridad turística como ente de cambio del sector a nivel mundial, en un discurso a propósito del Día Internacional del Turismo en el año 2020, dejo en manifestó el poder generador de oportunidades del turismo, como la inclusión y la conservación del patrimonio natural y cultural de los países.
En la actualidad los ciudadanos comprometidos con el bienestar del mundo, han pasado de realizar donativos económicos o de bienes materiales a los países que se encuentran en vía de desarrollo, a ser protagonistas de primera línea del cambio, practicando el turismo solidario, que les permite aportar su mano de obra y experiencia a favor de la mejora de la calidad de vida de las comunidades.
En gran parte del mundo, principalmente África, Asia y América Latina, este tipo de turismo se convierte en una herramienta fundamental para aliviar la pobreza y dotar de valor el patrimonio natural y cultural de los países. Con la expansión del turismo solidario, se atiende a las particularidades de los grupos más vulnerables, se prioriza a las comunidades locales y se favorece el uso social de los recursos turísticos. Dentro de las instituciones que promueven la solidaridad turística a nivel mundial se destacan Cooperatour, Viajeros solidarios, Real Gap experience, Taranná viajes, a volunteersbase, WWOOF, entre otras.
Senegal, Tanzania, Malí, Cabo Verde, Camerún, Etiopía, Gambia, Guinea Ecuatorial, Guinea Bissau, Marruecos, Mozambique y Namibia, son algunos de los países africanos que reciben turistas solidarios.
En cuanto a los destinos asiáticos con presencia de turismo solidario se destacan China, Camboya, Taiwán e India, y respecto a los países latinoamericanos podemos mencionar a Bolivia, Ecuador, El Salvador, Nicaragua, Brasil, México, Guatemala y República Dominicana, entre otros.
La pobreza y el proceso de desarrollo de los países son quizás los factores más determinantes para que los turistas solidarios escojan un destino u otro. Fijando la vista en Latinoamérica, y tomando el informe denominado El desafío social en los tiempos de Covid, de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), se estima que esta crisis sanitaria arrastrará hacia la pobreza a más de 28 millones de personas, lo que representa 4 puntos porcentuales más frente al 2019, es decir, un total de casi 215 millones de personas se encontrarán en una situación de pobreza a partir del 2020 en Latinoamérica. Cerca del 35% de la población, de las cuales, 83 millones estarían en condición de pobreza extrema.
Conforme con lo pronosticado por la ONU, los países más afectados en este aspecto serían Brasil, México y Argentina. Según el informe El impacto económico de la Covid-19 y el panorama social de la Región Latinoamericana hacia el año 2030, realizado por Rolando Campo, director de estadísticas de la Cepal, en la proyección de la población en situación de pobreza de 17 países latinoamericanos, República Dominicana ocupa la octava posición de menor a mayor en puntos porcentuales con un 4.4%, siendo Honduras la de mayor proporción con un 59.0% y el menor porcentaje se encuentra Paraguay con un 1.5%.
Es por esto que el turismo sostenible y su consecuente apoyo en el turismo solidario, plantea una forma diferente de hacer turismo. En ambos conceptos no sólo se promueve el ocio, sino el voluntariado, contribuyendo los visitantes a la conservación, la dinamización de las economías de los países que visitan y el aprendizaje de doble vía con las comunidades, en este caso en particular, para la República Dominicana en donde hay ya experiencias interesantes.
Según el informe Turismo y Cooperación Internacional del año 2007 de Ostelea, el turismo solidario es una opción novedosa, buscada generalmente por jóvenes de entre 20 a 35 años o mayores de 45, que prefieren conocer los países desde las comunidades que lo conforman y colaborar en iniciativas de desarrollo; muchos lo hacen aportando sus conocimientos y experiencias, pero siempre de la mano de los lugareños.
El General Health Questionnaire, es una investigación médica de origen britanico, que se realizó recientemente, donde fueron encuestados unos 5,000 ciudadanos, de los cuales 10.7% indicó realizar voluntariado, frente a un 11.4%, que afirmó no practicarlo. El estudio arrojó que hacer voluntariado, podría proveer un sentido de propósito en las vidas de las personas y además podría mantener relaciones sociales importantes para las mismas.
La hospitalidad y la solidaridad siempre han sido valores que han caracterizado al ciudadano dominicano, pero con el turismo solidario, la moneda cambia de cara, en donde la sociedad dominicana recibe una mano amiga por parte de visitantes que además de contribuir con labores filantrópicas para con la comunidad, y a la vez disfrutan de los paradisíacos rincones de esta isla.
Para un país como República Dominicana, donde el turismo es una de las industrias generadoras de divisas más importantes, pensar en la promoción del turismo solidario, debería ser parte de su agenda, sin embargo a pesar de contar con cientos de instituciones cuyo objetivo principal es la solidaridad, como consta en el directorio digital, Dominicana Solidaria, en el tema específico del turismo solidario en República Dominicana, nuestra investigación, no encontró registros oficiales directos a este tema.
Las organizaciones que trabajan con el turismo solidario en República Dominicana, generalmente son ONG internacionales que por iniciativa propia desarrollan este modelo de turismo, que beneficia a las comunidades, sin las grandes estructuras que tendría un gobierno, pero que logran cambios sustanciales.
Esta falta de documentación no es solo una realidad nacional, sino también internacional, así lo confirma la Organización Internacional de Turismo Social, ISTO, quien en su último encuentro denominado la Semana Internacional de Turismo para Todos, Solidario y Sostenible 2021, estableció que uno de sus objetivos institucionales próximos a ejecutar es el de reunir datos estadísticos, textos legislativos, bibliografías especializadas e informes temáticos, sobre el turismo responsable y solidario, meta que se constituirá como un marco de referencia para la investigación documental de este tipo de actividad turística.
Dentro de las organizaciones que realizan turismo solidario en República Dominicana se destacan Adventure Volunteer, Voluntarios en el mundo, NPH, Techo. org, Voluntariado & Intercambio (worldpackers.com), Volunteer World, Servicio de Voluntariado Ignaciano de la República Dominicana, AFS República Dominicana, Astex, etc.
Para muestras, botones. Adventure Volunteer es una ONG fundada y dirigida por Sergio Malaguilla García, que tiene sede en Valencia, España. Desde joven, Malaguilla participó en diferentes voluntariados en distintas partes del mundo; de allí nació su idea de fundar esta entidad.
Mediante esta asociación, los turistas tienen la oportunidad de realizar un viaje de corta estancia entre 2 y 12 semanas a comunidades de escasos recursos, donde pudieran lograr un impacto positivo. Actualmente más de 1,000 voluntarios han podido vivir este tipo de experiencias. La ONG colabora con el desarrollo de 15 destinos y más de 40 programas del ámbito social y medioambiental a través de proyectos de conservación y protección del medio ambiente y fauna, así como en la parte social mediante proyectos de empoderamiento a mujeres, desarrollo comunitario, diversidad funcional, médicos o enseñanza.
Las entidades que impulsan el turismo solidario sirven de apoyo a los turistas, no sólo presentando las opciones de viajes y los trabajos de voluntariado que pudieran hacer en la comunidad, sino que también sirven de enlace entre el turista y los comunitarios para lograr el aprovechamiento por partida doble de sus vacaciones: conocer y divertirse y a la vez aportar a la localidad donde realizan turismo.
Otra ONG a destacar es Voluntarios en el mundo, cuyas zonas de acción en República Dominicana son dos de los más espectaculares destinos preferidos por los turistas: Punta Cana y Samaná, donde las playas de arena fina y su espectacular clima, son parte de sus apreciados atractivos. Voluntarios en el mundo se centra específicamente en la acción educativa, en la que los voluntarios pueden elegir entre la zona pesquera de Samaná o Bávaro en Punta Cana, para ofrecer atención básica a los niños y niñas de comunidades cercanas al municipio, reforzando su educación escolar.
Muchos de los voluntarios se han decidido por República Dominicana para hacer turismo solidario, coordinan su labor de voluntariado con una agenda de diversión, donde conocen diferentes zonas del país.
Sin dudas la experiencia turística solidaria, dicho por los propios labios de los que la han vivido, es enriquecedora. El turismo como tal es una de las industrias más importantes para los países en vías de desarrollo, pero con la apertura del turismo solidario se traduce en ganancia; una ganancia en partida doble. Todavía falta un mayor desarrollo de políticas encauzadas a la promoción de este tipo de turismo a nivel nacional, tanto de manera privada como pública.
La forma de viajar está cambiando. Los turistas pueden disfrutan de los placeres de los destinos a descubrir, pero sabiendo que contribuir a construir un mundo mejor ya sea respetando el medio ambiente o brindando una mano amiga a los más necesitados, es una responsabilidad de todos y todas: la sostenibilidad y la solidaridad son ya las nuevas caras de esta importante industria mundial.
Aristóteles a través de su dialéctica, dió sentido a este mérito humano al preguntarse y responderse a la vez sobre esta cuestión: ¿Cuál es la esencia de la vida? Servir a otros y hacer el bien, y es algo que muchas personas amantes del turismo solidario en todo el mundo han descubierto, pues saben, como Alejandro Magno, que:
De la conducta de cada uno, depende el destino de todos.